Cuando Charlene Wittstock y el príncipe Alberto de Mónaco hicieron oficial su relación en 2006, pocos imaginaban que esta historia de amor estaría marcada por especulaciones, distancias y persistentes rumores de crisis. A punto de cumplir 14 años de casados, su matrimonio es objeto de atención constante por parte de la prensa, poniendo en duda en múltiples ocasiones la fortaleza de su unión.
La historia entre Charlene y Alberto comenzó en el año 2000, cuando la nadadora sudafricana participaba en un campeonato deportivo en Mónaco. Sin embargo, no fue hasta dos años después que el príncipe se atrevió a dar el primer paso y pedirle una cita. La relación avanzó con cautela, en gran parte debido a la distancia: mientras ella se dedicaba de lleno a su carrera deportiva, él cumplía con sus responsabilidades reales. Fue en los Juegos Olímpicos de 2006 cuando ambos decidieron hacer pública su relación, marcando el inicio de un noviazgo oficial.
El camino hacia la boda: el momento en que los rumores comenzaron
En 2007, Charlene decidió instalarse definitivamente en el Principado. Allí se preparó para su futuro rol como princesa: aprendió francés, tomó clases de protocolo y se familiarizó con la historia y tradiciones de Mónaco. Durante esos años, se la vio asistir a eventos de gran relevancia, como el Baile de la Rosa y la gala de la Cruz Roja, consolidándose poco a poco dentro de la familia real.
Finalmente, en 2010, tras superar con éxito su primera gran aparición junto a la realeza en la boda de Victoria de Suecia, Alberto le propuso matrimonio. La boda, celebrada el 2 de julio de 2011, fue un evento majestuoso con un costo superior a los 45 millones de euros.
Sin embargo, lo que debía ser un día soñado quedó empañado por las lágrimas de Charlene, quien lucía visiblemente seria y consternada, lo que dio pie a especulaciones sobre su felicidad en el matrimonio. La prensa francesa aseguraba que Charlene intentó huir del Principado antes de la boda debido a supuestas infidelidades de Alberto, una versión que el Palacio nunca confirmó. La tristeza que mostró en su gran día le valió el sobrenombre de "la princesa triste".
La distancia entre Charlene y Alberto
En 2014, la llegada de sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, pareció traer estabilidad a la pareja, pero las especulaciones continuaron. La prolongada ausencia de Charlene en 2021, cuando permaneció varios meses en Sudáfrica por problemas de salud, avivó nuevamente las versiones sobre una separación inminente. A su regreso, se mostró distante en sus apariciones públicas, alimentando más dudas.
Hoy, a punto de celebrar su 14 aniversario de casados, Charlene y Alberto se muestran nuevamente unidos en sus compromisos oficiales. La princesa ha retomado sus labores públicas y, aunque su expresión sigue siendo reservada, su presencia al lado de Alberto sugiere que la pareja está decidida a mantener su matrimonio.
VO