Cada año, los integrantes de las diferentes coronas de Europa se ocupan de engalanar los palacios con ostentosos adornos navideños. Con el emblemático pino, cada realeza le imprime su impronta personal para celebrar la Navidad.
El palacio de Windsor tiene más de 20.000 luces intermitentes que brillan en el Castillo y el árbol emblemático supera los 6 metros de altura y fue traído de Noruega Ubicado en el salón de San Jorge, fue decorado íntegramente al estilo victoriano con terciopelo y oro. Además, penden de éste cientos de vidrios iridiscentes y espejos que generan un reflejo en todo el ambiente.
Además del abeto principal, hay una innumerable cantidad de pinos más pequeños emplazados en todo el perímetro externo del Palacio y son tan deslumbrantes como el principal.
Camila Parker Bowles, la duquesa de Cornwall, como cada año, para esta fecha cuenta con la ayuda de muchos niños internados en la Helen And Douglas House el primer hospicio infantil del mundo en el que niños con enfermedades terminales, para realizar la decoración, aunque en esta ocasión, la participación fue de forma virtual.
Esta institución brinda ayuda emocional y médica a las familias de los niños que se enfrentan ante esta difícil realidad. En el Castillo de Windsor ya abrieron las puertas para que el público pueda disfrutar del enorme espacio navideño al que se conduce por una red carpet iluminada en tonos rojos y dorados y con música de villancicos acompañando el paso de los visitantes.