En el día de la fecha, Lady Di hubiese cumplido 58 años. Tras el accidente automovilístico que sufrió, la princesa se convirtió en un verdadero mito que perdura hasta hoy en día. Tal es así, que los amantes de la corona británica le han rendido homenaje en las diferentes redes sociales. Incluso, algunos de los amigos más íntimos de la fallecida madre de Guillermo y Harry se animaron a dar testimonio al diario inglés, Daily Mail, con motivo de recordar algunas de sus historias más divertidas. En dicho artículo, varias fuentes revelaron detalles de cómo era Diana en su día a día y, además, comentaron cómo se desempeñaba en su papel como madre.
Nish Joshi, experto holístico y el osteópata personal de la ex mujer de Charles, recordó el día en el que Harry llamó "chiflada" a su madre. “Una noche estábamos viendo 'EastEanders' en Kensington Palace. Diana estaba sentada con una bata y relataba historias divertidas. Yo le recordé la vez que Harry me contó que pensaba que su madre era una chiflada. 'Cuéntale a Nish lo que ocurrió y y pregúntales lo que habría hecho', le dijo Diana a Harry”, comenzó Nish con su divertida anécdota.
“Harry me contó que una noche la alarma antincendio saltó y el personal empezó a evacuar el edificio. Harry fue en busca de su madre y encontró a Diana en el baño poniéndose una mascarilla. 'Vamos, mamá, nos vamos a quemar', le dijo Harry a su madre, a lo que ella contestó: 'Dame un minuto'. El pequeño Harry no podía entender que su madre arriesgara su vida por un poco de maquillaje, pero entonces Diana se explicó: 'Hijo, en unos minutos voy a tener dos docenas de bomberos en el jardín frontal. No voy a salir en camisón sin mi mascarilla”, relató el médico.
El guardaespaldas de la princesa, Ken Wharfe tampoco se quedó atrás con sus declaraciones: “Recuerdo la primera vez que me encontré con Diana en Sandringham. Lo primero que dijo fue: 'Ken, no te envidio por tener que cuidar de mis dos hijos. Pueden ser una auténtica pesadilla'. William, que estaba tocando el piano, o intentaba hacerlo, se dio la vuelta y dijo 'No soy ninguna pesadilla', y Harry, que estaba encima de una mesita, murmuró algo justo antes de caerse y tirar una jarrón con flores. Ambos salieron corriendo de la habitación y Diana dijo: 'Vengan los dos'. Y luego me miró y dijo: 'Ken, lo siento mucho, ¿ves lo que quiero decir?'. Me habían dicho que me costaría mucho entender a los royals porque podían ser distantes y difíciles, pero con Diana fue todo lo contrario”, confesó quien fue encargado de la seguridad de la princesa, hasta el día de su muerte.