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La reina Isabel II de Inglaterra atraviesa uno de los peores momentos de su vida. En los últimos meses, la monarca vio cómo su médico personal, Peter Fisher, así como dos parientes más -Louise Sword y su hija- perdieron la vida en fatales accidentes de tránsito.
Ahora, con la feliz llegada de nuevos miembros a la Familia Real (Louis de Cambridge, Lena Tindall y Archie Harrison), otro duro golpe sacudió a la soberana: Annette Wilkin, su ama de llaves, falleció como consecuencia de una fulminante enfermedad.
De acuerdo a la información divulgada el Daily Mail, la empleada llevaba cerca de cuatro décadas trabajando para la Familia Real británica. Comenzó en el año 1974 y fue tal la lealtad y el aprecio que demostró siempre, que terminó por ascender hasta convertirse en una de las responsables del cuidado de Isabel II. Su papel fue fundamental en 1992, tras el incendio que dañó gravemente el Castillo de Windsor, lugar en el que desempeñó gran parte de su trayectoria profesional.
La relación de Annette con la monarca fue muy estrecha, hasta el punto de que Isabel II la nombró Teniente de la Orden Victoriana por su dedicación.
