Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda celebraron ayer el Prinsjesdag (o Día del Príncipe), festejo que da comienzo al año en el Parlamento holandés. Es allí donde la Reina cautivó a todos con su look inspirado en el día de su coronación en 2013.
Todo se dio según la tradición manda, los reyes llegaron al Binnenhof de La Haya en una impresionante carroza, como en un cuento de hadas. El carruaje se encuentra en la familia desde 1901 y en los últimos años fue objeto de polémicas, en diferentes ocasiones, ya que en ella aparecen esclavos negros adorando a sus amos blancos.
El Prinsjesdag es el evento más importante de la agenda de los Orange y Máxima apostó a cautivar con su look, ya que la prensa del mundo entero espera su aparición. La argentina suele variar de firma en este gran día, y en esta ocasión ha decidido usar una pieza del diseñador que la hizo brillar cuando su marido accedió a ser el rey de Holanda y ella se convirtió en reina consorte. El modisto en cuestión es Jan Taminiau.
El diseñador en colaboración con la Reina, reinventó aquel diseño azul que dejó al mundo rendido el 30 de abril de 2013. Pero en esta oportunidad, la monarca optó por lucir los tonos burdeos, una pieza realizada en crepé de lana formado por un vestido palabra de honor de corte sirena y una capa repleta de aplicaciones joya por encima de los hombros y de forma irregular, más baja en los hombros, dejando al descubierto la zona del pecho.
Máxima también se animó a lucir un fascinator que daba el efecto de una boina. En cuanto a los accesorios, fueron en composé del mismo color: un pequeño clucht y guantes de piel.
Otras de las grandes vedettes de este look fueron las joyas: la argentina lució unos pendientes de diamantes y rubíes en forma de flor y un maxibroche del que colgaba un rubí y que sujetaba la banda de la Orden del León Holandés.