Máxima de Holanda hizo una visita oficial en Bangladesh y disfrutó a más no poder del país. Ha paseado, ha podido ver los monumentos más importantes y ha recibido varios obsequios por parte de los lugareños, quienes la recibieron con los brazos abiertos y llenos de alegría. Vestida como una auténtica bangladeshí, su majestad caminó por las calles acompañada de un séquito de mujeres del lugar.
Con un vestido largo con estampados florales en rojo y amarillo, la cara lavada y el pelo revuelto, Máxima de Holanda no podía mostrarse más natural. Con unos zapatos rojos y un bolso de encaje naranja claro como complementos, logró conquistar el corazón del mundo entero. Además, se armó de tiempo para visitar una tienda en la que se hacen vestidos típicos a mano y recibió una cesta de regalo por parte de los propietarios.
Hace poco más de un mes, Máxima de Holanda realizó un viaje oficial a la India, y siguió un protocolo muy parecido. También vistió ropa típica del país y se mostró de lo más cariñosa. La simpatía y la espontaneidad son las mejores armas de la mujer de Guillermo de Orange y así lo demuestra en cada país que visita.
También la argentina demuestra que tiene una preparación intensiva antes de cada visita oficial, se impregna de la cultura y costumbres, haciéndolas hace suyas y, en más de una ocasión se animó a bailar. Sin duda con su forma de ser se posiciona entre las reinas más queridas y populares del mundo.
Para el final de su gira por este país, Máxima optó por usar un vestido azul marino muy elegante, con pelo recogido y con zapatos, bolso y pendientes amarillos como accesorios que rompían la monotonía del look. Con este outfit ha vuelto a derrochar gusto y estilo.