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El cumpleaños número 94 de la reina Isabel II se llevó a cabo este sábado en el castillo de Windsor con una ceremonia militar reducida. Debido a la crisis por el Coronavirus, la casa real se vio obligada a realizar un cambio de planes en la esperada celebración de cada año en la que se la vio a la agazajada con un impecable look, sin el duque de Edimburgo.
Para esta especial ocasión, la monarca británica llevó puesto un abrigo abotonado de color verde azulado de Stewart Parvin sobre un vestido estampado. El mismo estuvo adornado con un broche en forma de puerro, representando al símbolo nacional de Gales, el cual hizo honor a los soldados del primer batallón de la Guardia Galesa que hoy desfilaron allí.
El sombrero a tono con el traje fue el toque especial junto a sus zapatos de tacón y su bolso negro, un clásico de la reina. No olvidó los guantes blancos como prevención y la marcada distancia social que le han permitido festejar este día. El evento contó con la presencia de una banda militar y los guardias galeses hicieron el desfile en el cuatrilátero del castillo.
Normalmente, en esta fecha Londres se prepara para uno de los sucesos más esperados con un gran desfile militar de incontables soldados, una procesión en carroza de la familia real y un sobrevuelo al Palacio de Buckingham por aviones de la Fuerza Aérea Real. Sin embargo, este año todo fue diferente debido a que, por la pandemia declarada, se debe preservar la salud de su majestad por pertenecer al grupo de riesgo.
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