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El príncipe Harry llegó hace unos días a Inglaterra para cumplir con sus últimos compromisos como parte de la Corona británica. Después de renunciar a sus deberes como duque, él y su esposa, Meghan Markle, se instalarán en Canadá, donde actualmente residen de momento. Bajo este contexto de tensión entre el joven y su abuela, la Reina Isabel II, es que se dio una reunión entre ambos que duró ¡cuatro horas!.
En el castillo de Windsor, residencia real situada en el condado de Berkshire, a unos pocos kilómetros de la capital inglesa, se reunieron para aclarar algunos tantos y principalmente, conocer en detalle los motivos que llevaron a Harry a decidir abandonar su rol de duque de Sussex.
De acuerdo a lo trascendido sobre esta charla, la reina tranquilizó a su nieto y le aseguró que siempre sería bienvenido en su casa y que si en el futuro tanto él como Meghan Markle decidían retornar a la vida protocolar serían recibidos con los brazos abiertos. “Eres alguien muy querido y siempre serás bienvenido", le habría dicho la monarca.
"La Reina tenía mucho de qué hablar con Harry y este era el momento ideal para que ambos dijeran su parte. El domingo fue la primera vez que la Reina tuvo la oportunidad de hablar con Harry por su cuenta y realmente averiguar cuáles son sus planes. Era un ambiente mucho más relajado y ambos podían decir lo que pensaban”, reveló una fuente cercana a varios medios ingleses.
“Ella acepta en este momento que su decisión está tomada y que tiene la intención de vivir en América del Norte. Sin embargo, ella también quería dejar en claro que el acuerdo solo puede funcionar si no explotan su estatus real y tratan de sacar provecho, es por eso que no les dejaría usar la palabra ‘real’ para su fundación", agregó el informante.
