Desde que se instalaron en su mansión de Los Angeles, Meghan Markle, el príncipe Harry y el pequeño Archie, recibieron con gran afecto la llegada de la mamá de Meghan quien se quedó junto a la familia para transcurrir el confinamiento.
Alejados de las cuestiones de la realeza, pero comprometidos con diferentes acciones sociales, Meghan y Harry dedican la semana entera a colaborar con diferentes instituciones para paliar el hambre y resolver otros temas humanitarios. Por eso, el fin de semana lo dedican de lleno a la pareja.
Durante el último sábado, decidieron tomar un paseo por Beverly Hills y recorrer los centros comerciales más importantes, caminata en la que nunca se soltaron las manos y en la que mostraron que el amor en la pareja está cada días más consolidado.
Los medios periodísticos que descubrieron a la pareja haciendo compras, se sorprendieron por ver a Meghan con un vestido suelto que ocultaría una incipiente pancita de embarazo, acostumbrada a sus outfits que permiten ver su figura estilizada.
De confirmarse la noticia, sólo faltaría que, desde la realeza hagan el anuncio oficial del hermanito para Archie.