Lo que no te mata te fortalece, reza una conocida cita célebre del filósofo Friedrich Nietzsche, aplicable a cualquier situación de la vida misma. Y nadie mejor que Amalia Granata para comprenderla. Son días difíciles. Su nombre resonó como un tsunami en los medios luego de que se filtraran fotos y chats que probaban una infidelidad por parte de su pareja, el empresario y tenista Leonardo Squarzon con una diseñadora misionera de nombre Paula Linda. Sin embargo y pese al torbellino mediático que vivió los últimos días, la periodista, que transita su sexto mes de embarazo, llega a la entrevista con CARAS a la hora pactada y de la mano del padre de su futuro hijo Roque, quien por primera vez se anima a hablar del engaño que lo puso en el centro del escándalo.“Siempre manejé un perfil bajo, es todo muy raro para mí porque no estoy acostumbrado a la exposición como está Amalia. Creo que se hizo mucho daño, sobre todo a ella que es mamá de dos criaturas, se habló de más y se dijeron cosas que no son verdad”, adelanta Squarzon con cierta timidez y ante la atenta mirada de su mujer, confiesa: “Estoy en un momento de autocastigo conmigo, me replanteo lo que hice todo el tiempo y me siento en deuda con ella y lo estaré por mucho tiempo. Se que la amo y al mismo tiempo me doy cuenta que no la cuidé. La pasé mal y la sigo pasando mal a una semana de todo lo que viví. Y a medida que transcurren los días y me reintegro a mis actividades normales me sigo angustiando”.
—Leonardo, ¿cree que la opinión pública y los medios de comunicación lo condenaron por la infidelidad a Amalia Granata?
—Yo me hago responsable de todo lo que generé y lo hablé con ella puertas adentro. Creo que no le debo explicaciones a nadie más que a ella. Se las di y ella me perdonó porque sintió que le dije la verdad de cómo fueron los hechos, porque hay amor y porque en estos seis meses que estamos juntos formamos una familia increíble. Más allá de las críticas y lo que puedan decir u opinar los de afuera, sobre que nos conocimos a través de un chat o lo rápido que se gestó la relación pero la verdad es que nadie te asegura nada. Yo ya estuve casado antes, seguí todo lo políticamente correcto al pie de la letra y sin embargo no funcionó.
—¿Tuvo miedo de enfrentarla cuando se comprobó el engaño?
—En ningún momento lo tuve, fue un placer hablar con ella porque tiene la cabeza muy firme y abierta. La gente tiene otra imagen de Amalia y de las puertas de casa para adentro es totalmente diferente. Al momento de darle las explicaciones ella ya sabía un 95% de las cosas. Yo automáticamente le dije “dame uno o dos días que acomodo mis cosas y me voy en 48 horas de casa”. No me esperaba la respuesta y el perdón de ella porque pensaba que no tenía demasiadas chances. Yo me pongo en su lugar y no hubiera perdonado.
A.G—Hablamos más de una hora tranquilos porque en mi casa jamás se grita ni se pelea ni se discute. En un momento Leo se empezó a descomponer. Le tomé la presión y no estaba bien. Y como tiene antecedentes de un ACV hace 10 años terminamos la charla ahí porque lo vi muy mareado. Lo cuidé hasta el día siguiente. Le di una segunda oportunidad porque es algo que también me podría haber pasado a mí. Pienso que esto nos unió y nuestra relación está más sólida que antes.
—Paula Linda, la tercera en discordia, dijo públicamente que mantenían una relación paralela e incluso que usted dudaba de su paternidad y le pediría un ADN a Amalia. ¿Qué hay de cierto en todo eso?
—La conozco desde hace 6 u 8 años, o tal vez más, de un círculo conocido nuestro. Volví a retomar el contacto con ella hace 3 o 4 meses pero en todos esos años jamás la había visto. Estuve una sola vez con ella, nos vimos una vez y ya con eso me bastó. Nunca podría tener una relación paralela con nadie. Y lo del ADN es una barbaridad. Yo soy el tipo más feliz del mundo con la llegada de Roque. Tal vez se apuraron los tiempos y llegó todo de golpe y nos agarró con muy pocas cosas armadas como pareja. Entonces empezamos a construir todo muy rápido. Pero jamás tuve dudas de mi paternidad. Siempre voy a todas las ecografías y dejo de lado mis cosas para acompañarla. Me molesta muchísimo que se digan mentiras.
—Amalia, ¿Qué sintió cuando leyó los mensajes de Whatsapp y escuchó los audios de su pareja con otra mujer a la que le decía “En un rato nos matamos. Te quiero ver ya”?
—Dolor, obviamente. Aunque me hubiese dolido más si se tratara de una relación paralela de verdad o de un vínculo de mucho tiempo. Pero como soy tan masculina, sé bien cómo son los hombres y se que fue una calentura para hacer esas pavadas que hacen entre ellos de mostrarse las minas que les escriben por Facebook o Instagram.
L.S— ¡Me muero de vergüenza cuando leo esas conversaciones o me escucho hablando al pedo! Me da vergüenza ante ella que es la única persona a la que le rindo explicaciones. Hoy mi vida pasa por Amalia, Uma y Roque.
—¿Intuía o sospechaba algo antes de enterarse la infidelidad?
—Yo soy muy relajada en todo sentido, de hecho siempre tuve la clave de su celular y ni loca lo revisaría. Sí sospeché que algo estaba pasando por una actitud muy rara que tuvo él pero lo dejé pasar. Llegó a casa a la 1 de la madrugada, como siempre, y me encajó un beso que casi me saca la cara, cuando siempre entra silencioso para no despertarme.
—Ha declarado que atraviesa un embarazo delicado. ¿Le afectó en algo el curso del mismo en esta situación?
—Cuando me enteré me agarró taquicardia, me descompuse y se me aflojaron las piernas, no las sentía. Y a veces cuando escuchaba hablar mentiras de mi hija en televisión la panza se me ponía dura, eran contracciones de los nervios que me agarraban. El médico me recomendó que estuviera tranquila y en reposo. Sobre todo porque los primeros 3 meses estuve con muchas náuseas, muy descompuesta y venía de estar internada 15 días atrás por una infección en los riñones. Me pasó de todo y ahora esto...
—¿Cómo hizo para resguardar a su hija Uma Fabbiani del escándalo?
—Uma está totalmente al margen de este tema, está todo el día en el colegio. Esta semana la resguardamos mucho. Me preguntó un día si pasaba algo con Leo y alguna chica, porque una compañera del colegio lo vio en la tele y se lo contó. Pero le dije que no creyera en lo que dice la televisión que son todas pavadas. Y ella me dijo “hablan pavadas pero también cosas que son verdad”.
—Resulta inevitable hacer un paralelismo con su primer embarazo en 2007, cuando convivía con Cristian “el Ogro” Fabbiani en Rumania y también le fue infiel.
—Sí, aunque en ese momento más allá de las infidelidades hubo un episodio de violencia y mucho maltrato verbal, cosa que jamás había vivido. Y antes de que pasara algo peor, hice las valijas y me fui. No quería que mi hija creciera cerca de eso. Hoy seguimos con el juicio alimentario, desde hace 8 años y tengo más relación con su mujer que con él, nos entendemos mejor. El otro día lo escuché decir que nunca estuvo enamorado de mí y me suena a despechado. No hay necesidad de hablar así porque tenemos una hija de por medio.
—Hoy se la percibe más madura y racional. ¿Piensa que la Amalia de hace 10 años atrás hubiera perdonado y accionado de la misma manera?
—No, hubiese actuado como el resto de las mujeres. Lo hubiese echado, puteado y dicho de todo. Y después capaz lo perdonaba pero hacía un escándalo. Y hoy no quiero ser igual al resto, por eso trabajo mucho para eso. Quiero estar un poco más evolucionada y creo que lo he logrado a través de un gran trabajo espiritual interno que hice a través de la meditación.
—¿Piensan iniciar acciones legales contra Paula Linda?
A.G—No vale la pena, queremos terminar con el tema. Iniciar una acción significaría tener contacto en algún momento con esta persona o que ella vaya a los medios a mostrar la carta documento y no queremos tener nada que ver. Creo que es una mujer que es ininputable y que no está bien de la cabeza. Lo que más nos molestó es cuando habló de mis dos hijos, Uma y Roque que no tienen nada que ver en esta historia.
L.S—No tengo dudas que fue ella —Paula— quien las mandó a los medios, hay escuchas donde ella le dice a Greta Rodriguez “tengo este material y estos audios”. Lo que sí tengo dudas es cuál es el fin de hacer eso, si romper un matrimonio y un hogar. Si era ese, no lo lograron. Nuestra relación está más sólida que antes.
por Sabrina Galante
Fotos: Federico De Bartolo.
Asistente: Ernesto Pagés.
Agradecimientos:Flor Argüelles (Make up),George Rodríguez (Peinado). www.maamaternity.com.ar , Azanza Piezas de Diseño (Gorriti 4786, Palermo)