De los tres hermanos, era la única que faltaba pasar por el altar. Y tal como ocurrió con Santiago (h.) y con Sofía Soldati, Vanesa Soldati (34) consagró su casamiento religioso en la parroquia San Miguel Arcángel de Monte, de San Miguel del Monte, la localidad bonaerense donde los Soldati poseen la estancia La Elina. Socia junto con su esposo, Maximiliano Villar (29), de la empresa de catering Vanesa Soldati Personal Chef, la hija del empresario Santiago Soldati (72) ingresó a las 16:30 del sábado 28 de marzo a la iglesia del pueblo que su familia adoptó como propio. De la mano de su padre, Vanesa derrochó alegría con un vestido de la diseñadora Inés Duggan. La magnífica tarde de sol radiante alentó la llegada desde Buenos Aires de varios invitados, entre ellos los padres de Máxima Zorreguieta (43), Jorge Zorreguieta y María del Carmen Cerruti Carricart, el banquero Federico Braun y su mujer, María Freixas (intimos de los Zorreguieta), Iván de Pineda y Luz Barrantes, Lily Sielecki, Cecilia Zuberbühler, Teresa Calandra y Gonzalo Bergadá, Jorge Pereyra de Olazábal, “El Coti” Enrique Nosiglia, y el Presidente de Editorial Perfil, Jorge Fontevecchia. Los Cahen D’Anvers, primos segundos de los Soldati, tuvieron asistencia casi perfecta con Johnny Cahen D’Anvers y su mujer, María Tezanos Pinto, y sus cuatro hijos, Paula Cahen D’Anvers, Dolores, Marina y Juan. Paula fue sola, sin su actual pareja, Javier Campos, y los ausentes con aviso del clan fueron Mónica Cahen D’Anvers (80), César Mascetti (73) y Sandra Mihanovich (57), excusada por un show musical en Ushuaia.
La felicidad del ex titular de Comercial del Plata fue por partida doble, ya que además de ver casarse a su tercer heredero, Soldati se emocionó por la presencia de su primer nieta, Julia Soldati, de un año y cuatro meses e hija de Santiago. De los Soldati no faltó nadie, ya que además del empresario y su mujer finlandesa, Eva Thesleff, estuvieron sus tres hermanos, Pía, Verónica y Alejandro, y sus otros dos hijos: Santiago con su mujer, Laura Sánchez Moggia, y Sofía con Darío Turovelzky, directivo de Telefe. Luego de la concurrida boda religiosa, los novios llegaron a La Elina en un carruaje de época que perteneció a la familia Lainez, mientras sonaba el tema “Somewhere Over the Rainbow”, del recordado músico hawaiano Israel Kamakawiwo. Frente al casco principal del campo se levantó una carpa que albergó la fiesta, decorada con su sello por Gloria César. El vals, “El Danubio azul”, lo eligió el padre de la novia, y el deejay Héctor Suasnábar alternó música disco, hits dance de David Guetta (47), cumbia y reggaeton con bossa nova y temas de jazz cantados por Rod Stewart (70) que pidió la novia. Florencia Abramzon y Cecilia Perazzo, de Eventia, corrieron detrás de todos los detalles organizativos, y el catering, muy supervisado por los novios, fue de Eat. Y aunque comenzó temprano, novios e invitados no aflojaron con el baile y el carnaval carioca electrónico hasta las cuatro de la madrugada, cuando muchos emprendieron la vuelta para Buenos Aires y otros tantos pernoctaron en La Elina o en hoteles de la zona.