El silencio invadió la sala. El juez Iván Sznajdleder estaba a punto de pronunciar que Matías Alé (38) y María del Mar Cuello Molar (23) iban a convertirse en marido y mujer, pero antes, les pidió a los novios que se dedicaran unas palabras. En el lugar sólo estaban sus mejores amigos y hermanos. Era una ceremonia íntima. Reinaba la alegría y los chistes para el “famoso novio fugitivo”, que alguna vez “Mati” jugó a ser en una producción en la Isla de CARAS, se sucedían uno tras otro. Frente a su Acta de Matrimonio y la Libreta de Familia y tomando a su mujer de la mano, Matías intentó comenzar a hablar. No llegó a pronunciar el nombre de su novia porque las lágrimas invadieron sus ojos. La abrazó, la besó, tomó una bocanada de aire y mirándola a los ojos abrió su corazón como nunca lo había hecho por una mujer: “María, te amo. Sos la persona más importante de mi vida. Estoy emocionado, me tiemblan las manos, mirá... No sé si voy a aguantar parado. Quiero decirte que creas en mí como yo creo en vos. Quiero decirte que vamos a tener una gran vida juntos, que vamos a divertirnos, a formar una familia, que la vamos a pasar increíble... Sos la mujer que me salvó la vida, te elijo para siempre porque supiste entenderme, comprenderme y estar conmigo. Sos la mejor persona que conozco”, le dijo a quien lo miraba dulcemente, con los ojos inundados de lágrimas, sin poder creer lo que estaban viviendo.
Ante la mirada de Matías, “Mar” no pudo hablar. Lo intentó tres veces pero su voz no salió. No tenía fuerzas, era un torbellino de sentimientos. En su interior tenía las palabras exactas que quería pronunciar pero la voz se le entrecortaba una y otra vez: “¡Te amo!”, atinó a decir, bajito, quebrada. Apenas un susurro; y enseguida abrazó a su amor. Juntos escucharon al juez declararlos oficialmente “marido y mujer” y luego de ponerse la alianzas que ya usaban desde el día de su compromiso, sellaron la unión con un beso.
El día para Matías y María del Mar comenzó bien temprano en el Hotel Scala, donde se prepararon para la emotiva ceremonia. A diferencia de cualquier novia, en los minutos previos a dar el “sí”, la novia no estaba nerviosa. Sin emitir casi palabra, la joven chateaba con sus padres que, desde Córdoba, le enviaban felicitaciones y acompañaban a la distancia a su pequeña hija en uno de los días más importantes de su vida. Mientras Kennys Palacios terminaba de dar los toques finales al Make Up y al peinado de la novia, CARAS fue testigo exclusivo de los preparativos de la pareja antes de partir hacia el Registro Civil.
“¡Mi amor! ¡Que linda que estás! Te dejo seguir tranquila. Yo me voy a cambiar a la habitación de enfrente. Estas hermosa. Te amo”, dijo Matías al llegar a la suite 1003 del Scala, donde la pareja se alojó la noche previa al enlace. El actor no paró de sonreír y de mirar extasiado a María. Era el día más feliz de su vida y no lo ocultaba. La novia lo saludó con un beso y le sonrío. Por primera vez en el transcurso del día, dejaba entrever su alegría ante su inminente casamiento.
Bastó que viera el vestido, que Claudia Arce había diseñado especialmente para ella, extendido sobre la cama para que los nervios comenzarán a brotar. En color blanco, de línea clásica con escote V, detalle de “peplum” y realizado en crépe italiano con falda de encaje chantilly.
Para completar el look, María escogió zapatos de la firma Ruma, en cabritilla de color blanco nacarado con talón descubierto, pequeña puntera y taco de once centímetros a los que le sumó un clutch que combinaba con los aros de perla y cristal, de Las Juanas Night.
“Ahora sí me tiemblan las piernas. Encima, Matías me dijo que si no lloro en el Civil, él no se casa... (Risas)”, confesó mientras terminaban de darle forma al tocado de flores naturales que hacía juego con el ramo realizado por Mariscal- Peralta.
Pasadas las 12:30, el novio llegó a la suite listo para partir. Vestido con un traje azul oscuro y camisa blanca, de Silla Argentino, Ale corrió a los brazos de su pareja y volvió a elogiarla: “¡Estas hermosa! ¡Te amo! Me hace muy feliz verte vestida de novia”. Minutos después, la pareja bajó al hall del Hotel para partir rumbo al Registro Civil y sellar ante la Ley el amor que sienten y que nació hace apenas unos meses.
La ceremonia se realizó el jueves 1° de octubre en el Registro Civil de la Comuna número 13, ubicado sobre la avenida Cabildo. Allí, la pareja fue recibida por Gustavo Acevedo, su presidente. Y si bien el turno estaba programado para las 13.30, los novios arribaron al lugar a las 14. Unos treinta medios de comunicación y más de ciento cincuenta fanáticos los esperaban sobre la avenida del barrio de Belgrano y hasta la policía tuvo que reducir la circulación de la calle por la acumulación de personas que querían saludarlos.
Con gran felicidad los novios compartieron el emotivo momento con Fabián Gianola y alrededor de veinte amigos, entre los cuales eligieron tres testigos cada uno. Elías Alé, hermano de Matías, Fabricio Zanarola, hermano de la novia, Matías Ameijeiras, Luciano Lasca, Mayra Casierra Ramírez y Facundo Ruiz. Quienes no estuvieron presentes fueron los padres de ella, y la madre de Matías, Elena.
“No vinieron nuestros padres primero porque los papás de “Mar” están en Córdoba y a mamá no le gustan mucho los tumultos o las cosas donde hay mucha gente... Pero principalmente no están aquí porque hicimos algo muy sencillo sólo con la presencia de amigos. Nos íbamos a casar solos, pero se me escapó la noticia y por eso hay tanta gente y revuelo. Aunque nunca fue la idea movilizar a la familia de María o que vengan todos mis allegados al Civil. Ahora nos vamos a saludar a la familia de ella, a Córdoba, y el 4 de diciembre, cuando demos el sí en la iglesia, ante Dios, ahí estarán todos presentes”, contó el actor, quien carismático como siempre, aún el día de su matrimonio, no pudo negar una foto o un autógrafo a los fans que lo fueron a saludar.
Una vez concluida la ceremonia, la pareja y su íntimo círculo celebraron la unión en “BesAres”, la parrilla más top de Nuñez, donde, entre otros, suele comer, cuando está en Buenos Aires, Claudio Paul Caniggia. Allí su gerente, “Charly”, preparó una mesa para veinticinco personas en la terraza techada. El menú escogido fue bien argentino. De entrada, empanadas de carne y un mix de achuras (mollejas, chinchulín, riñón, chorizo y morcilla). Para plato principal, los invitados podían elegir entre carne o pollo a la parilla, acompañado por ensaladas varias y papas fritas. De postre, tres opciones: ensalada de frutas, helado o flan; siendo el último el más pedido. Especialmente para Matías, la Bodega Salentien envío una selección de vinos exclusivos. Durante el almuerzo, que se extendió hasta las 18 horas, el actor se encargó de programar su “Despedida de soltero” que se realizará en Miramar, junto a sus amigos y Mar contó que ella hará la suya en Carlos Paz: “¿Cómo hago para convencer a las esposas de mis amigos de que todos nos vamos a portar bien si nos vamos a Río..?”, dijo riéndose Alé. Emocionado, con una copa de espumante en la mano brindó por muchos años de amor junto a su esposa y le agradeció a sus amigos por acompañarlo siempre: “María es la persona que completó todo mi ser. Este es el momento de la vida en el cual elegí dar el sí y un paso más como hombre. ¿Pensaron que era todo joda no (risas)? Confío plenamente en ella y ella en mí. No tenemos celulares con claves; ella puede revisar mi teléfono pero no lo hace porque sabe que no va a encontrar nada. Es mi esposa, mi mujer y la voy a amar por el resto de mi vida”, concluyó el novio, feliz. Ahora la pareja disfrutará de unos días de amor y relax en el Conrad de Punta del Este. A su regreso comenzarán a preparar su boda por iglesia, que será el 4 de diciembre. El novio fugitivo finalmente fue “atrapado” por el verdadero amor.