Con short de jean y cinto de cuero, una remera de algodón blanca y borcegos negros, Lucía Celasco (21) camina por las calles porteñas relajada. Sin darse cuenta de las innumerables miradas de mujeres y hombres que se dan vuelta para observarla. Hace tiempo que la nieta de Susana Giménez es una de las It girls más imitadas por las adolescentes, incluso sin pretenderlo. Ni ella dimensiona el magnetismo de su estilo urbano y espontáneo —según su definición—, que es pretendido por distinguidas marcas. Una de ellas es Ossira, quien la eligió por segunda vez como la imagen de su nueva colección #Staychill, inspirada en la comodidad y sencillez. “La exposición no me atrae. Soy cero diva y súper tímida, no sueño con la popularidad ni con la televisión. Hasta hacer producciones de fotos me da vergüenza. Pero de a poco me voy acostumbrando. La moda es una de mis pasiones. Además, detrás de la última campaña con Ossira, hay una acción solidaria hermosa. Diseñé para ellos una mini colección de remeras y cuadernos llamada “Dar es amar”, que se consiguen en los locales de la marca. Y tal como lo asegura en la Revista “Susana”, lo recaudado se donará a la “Fundación Sí”, destinado a la contención de personas que viven en situación de calle en el país”, confiesa Lucía.
Fanática de los labiales, la hija mayor de Mercedes Sarrabayrouse (52) y Eduardo Celasco (52) dice que elige los tonos rosas para el día y, a la noche, el colorado. Y asegura que no le dedica demasiado tiempo a los rituales de belleza:“Trato de verme natural, no uso casi maquillaje, apenas un poco de rouge. No me gusta para nada ir a la peluquería, cuando llego me quiero ir enseguida. Prefiero resolverlo sola en casa. Antes yo me decoloraba las puntas, me hice de todo en el pelo. Pero llegó el día en que necesité ayuda profesional y, por eso, voy esporádicamente para que me hagan un desgastado con iluminación. También de vez en cuando disfruto hacerme una limpieza de cutis”. Cálida, carismática, Lucía habla segura de los hábitos que quiere para su vida:“Si bien no hago dietas porque no me agradan tanto las verduras y disfruto demasiado de salir a comer, trato de conservar una alimentación sana y equilibrada. ‘Somos lo que comemos’, dicen. Tomo mucha agua, hago gimnasia dos veces por semana y hace poco empecé yoga porque me serena”. Tranquilidad que también le brinda su novio Joaquín Rozas (26), con quien sale hace cuatro años, aunque se conocen desde que ella tenía 9 y él, 14. El flechazo fue inmediato, hasta se tatuaron juntos, al poco tiempo de iniciar la relación, el mismo corazón en el brazo. “No soy la típica Susanita, puedo convivir con alguien, tener hijos, pero creo que no me voy a casar nunca”, aclara.
Pese a su bajo perfil, “Luli” —como la llaman en su familia— respiró lo que se siente ser famosa desde muy chica por ser la nieta de la ‘Su’. De ella, heredó la belleza, rebeldía, el desenfado y buen gusto, aunque, aparte de los parecidos, también destaca las cosas que la diferencian: “Con ‘Kika’ me identifico en su espontaneidad, alegría y energía positiva. Nos reímos mucho, nos encanta viajar, ir de paseo o compras. Adoramos la ropa y el shopping (Risas). De chica, cuando iba a su casa me probaba todo lo que encontraba en su vestidor, especialmente los tacos, y jugaba a desfilar frente al espejo. Y ahora cada vez que voy a visitarla me llevo algo de su guardarropas, es inevitable. En lo que no nos parecemos tanto es en que ella es más expresiva y cariñosa. Yo, en cambio, soy más reservada”.
Seguidora de los diseños de Stella McCartney, Moschino, Yves Saint Laurent, Coco Chanel, Versace, Dolce & Gabbana y Marc Jacobs, entre otros, Lucía se proyecta en el futuro con un sello propio. “Me encantaría tener mi marca de ropa, pero todavía no me lo propuse seriamente. Lo haré más adelante. Ni tengo el nombre, sí estudio y leo mucho sobre moda”, afirma. Precisamente en su blog LuCelasco.com, que ya cumplió un año, comparte cada uno de sus gustos estéticos y experiencias. “Me encanta el grupo que armamos para mi página, es un placer tenerla porque me divierto haciendo los posteos, además de aprender de cada una de las personas que la integran”, cuenta a la vez que describe a su país como su lugar en el mundo: “Conocí muchos paisajes increíbles en el exterior, pero ninguno me atrajo tanto como Argentina. Amo recorrer cada rincón de Buenos Aires, no viviría en otro sitio”. Incluso la bella joven suele inmortalizar en imágenes cada instante de sus viajes y luego subirlos a sus redes sociales. Como a su vez detallar algunas claves de su estilo:“Para salir de noche generalmente elijo vestirme de negro, clásica, con un toque arreglado. Mi prenda preferida siempre fue el jean porque me siento cómoda y es fácil de combinar. A la hora de renovar el vestidor, regalo una parte importante y desde hace dos años organizo ferias americanas con amigas en las que vendo bastante. Me gustan los anteojos como objeto, pero creo que no me quedan bien. Compro algún nuevo modelo cuando viajo, aunque después uso los mismos. No me pongo muchos accesorios, habitualmente opto por un par de aros básicos, mi reloj, algunas pulseras y anillos chiquitos. Sólo cuando me aburro, sumo algo bien diferente como un sombrero. Y en base a las carteras, no las cambio muy seguido, me da fiaca. Uso una hasta matarla y luego la reemplazo. En ellas, llevo la billetera, las llaves del auto, muchos rouges, perfume, gafas y alcohol en gel “. Y a la hora de mencionar algunas preferencias, Celasco no duda: “Admiro al Papa Francisco, a los Rolling Stones, con ellos me encantaría compartir alguna comida. En cuanto a los looks, me gusta cómo se visten Mary-Kate y Ashley Olsen, Jane Birkin y Juliana Awada. Me encantan las series y leer autores como Haruki Murakami. Y me pone nerviosa la injusticia. Un día perfecto debe tener amigos, amor y familia: ellos son lo más importante que tengo. Me considero una afortunada”. Tan agradecida a la vida está Lucía como la moda a ella y a su amada “Kika”, quien irrumpió en los 70, con su eterno Shock.