Entre ellos ya no hay gritos ni mensajes violentos a través de las redes sociales. Hoy, tras la separación, Carolina “Pampita” Ardohain (38) y Benjamín Vicuña (37) intentan mantener un trato pacífico para preservar a sus hijos, Bautista (8), Beltrán (3) y Benicio (1). Sin embargo, el diálogo en la ex-pareja es mínimo y sus íntimos aseguran que evitan cruzarse, principalmente por pedido de la modelo. El viernes 26, a las 16.30, Benjamín fue a buscar a los chicos a la casa de “Pampita”, en el Bajo Belgrano, pero ella le dijo a la niñera que lo recibiera y le entregara a su vez sus últimas valijas.
Los cálidos rayos del sol de la tarde contrastaban con la cara adusta del actor, quien llegó con un asistente y su auto cargado con otras pertenencias ya que ese fin de semana se mudó de su departamento en el Museo Renault a una casa en zona Norte. Así, mientras Vicuña saludaba al personal de su anterior hogar, Carolina preparaba en su cuarto los bolsos de su viaje a San Juan como madrina de la Fiesta Nacional del Sol. Ambos consensuaron, terapeuta mediante, que los niños no presencien ningún intercambio suyo subido de tono.
Horas más tarde y elegante como siempre, la conductora salió de su casa y recién volvió al mediodía del día siguiente para partir junto a su maquilladora hacia Aeroparque. Pero un inconveniente demoró su trayecto: la camioneta que la trasladaba se quedó sin nafta diez cuadras antes de llegar al aeropuerto. Aunque nada iba a quitarle su buen humor tras su divertida noche de viernes. Sonriente, la modelo esperó un taxi que la llevó a destino para cumplir con sus compromisos laborales.
En tanto, el actor chileno pasó todo el sábado y domingo junto a sus hijos en Buenos Aires, ciudad donde también estuvo Eugenia ”China Suárez”(23) con su hija, Rufina (2). La misma actriz que —según “Pampita”— fue la responsable de su separación definitiva con Vicuña, luego de haberlos encontrado apasionados, a fines de noviembre, en el motorhome del film “El hilo rojo”. Y más allá de la negación de ese episodio por parte de la “China”, Ardohain inició los trámites de la división de bienes a través de su abogada, Ana Rosenfeld. Le pide a su ex 3 millones de dólares, en concepto de las ganancias que el actor recibe del Centro Mori, una productora de espectáculos que tiene junto a su amigo Gonzalo Valenzuela en Chile. Además de exigirle 200 mil pesos mensuales para la cuota alimentaria de sus hijos y de quedarse con la residencia que habitaban, en el coqueto barrio de Belgrano.
Sin embargo, la jurado del “Bailando por un sueño” deja los temas legales en manos de su abogada, y despeja su mente con sus hijos, amigas y la flamante compañía del nieto de Mirtha Legrand. Atrás quedaron sus días de furia y angustia, en los que perdió algunos kilos. Luego de las fotos que publicó CARAS de sus románticos días con Nacho Viale (35) en Nueva York durante la semana de San Valentín, la modelo se muestra más radiante que nunca. Su resplandeciente figura es el comentario de propios y ajenos a su círculo íntimo. “Está muy entusiasmada con su relación con Nacho, tienen muchos proyectos y cosas en común”, confiesan sus allegados. Precisamente con esa energía positiva se la vio durante la mañana del lunes 29, en el inicio de clases de sus hijos en el Colegio San Martín de Tour, en Palermo Chico. Allí se cruzó cara a cara con Benjamín, después de la confirmación pública —en palabras de la propia Legrand— de su romance con Viale. Fue un tibio saludo, antes de abrazar a sus tres amados varoncitos, ya que no los había visto durante ese fin de semana por su viaje a tierras cuyanas. El contacto duró poco. Tras finalizar el acto escolar, ella se fue junto a Beltrán y Benicio, y acompañada por Laura “Panam” Franco, quien lleva a su hijo Luca (5) a la misma escuela. Y él partió solo en su auto. Por separado y distantes, así se muestran “Pampita” y Vicuña, a tres meses de su separación. Aunque están en la búsqueda constante de un vínculo pacífico. Tratando de que sus hijos puedan más que sus rencores y enojos. Es que ambos tienen en claro que ellos siempre serán su principal prioridad.