Se miran y no necesitan palabras para decirse lo que piensan. Bromean, se divierten, posan cómplices frente a la cámara. “Papá Piñón” —como simpáticamente lo llaman sus hijos— aconseja a Sol y a Jere—, sus herederos, acerca de cómo posar y la buena onda entre ellos se percibe en el aire. La noticia de la llegada de una nena a la familia potenció los vínculos y se muestran más unidos que nunca. Sol, la mimada de "los Fijo" transita su quinto mes de embarazo —fruto de su amor con el abogado cordobés Germán Brizuela— y Piñón acompaña paciente a su hija en esta dulce espera que lo pone frente a un nuevo desafío en el que estrenará su rol de abuelo.
“Durante todo el 2015 presentamos un show denominado ‘Una nueva vida’. Un año entero nos pasamos hablándole a esas vidas por venir y creemos que terminó siendo algo premonitorio. ‘Una nueva vida llegó a la familia y en toda la casa reina la alegría’, decía la letra de la canción y ahora encontrarnos con esta noticia nos llena el alma de felicidad. ¡Para noviembre, se viene el Piñoncito!”, arranca Piñón Fijo y confiesa que está disfrutando a pleno esta etapa. “Siempre he sido un tipo muy ansioso, pero a diferencia de otros tiempos estoy viviendo muy tranquilo esta espera. Intento acompañar pero no quiero ser invasivo, quiero ser respetuoso de la convivencia de ella y su pareja” agrega. El 5 de marzo, a partir de este año, comenzará a tener una nueva connotación en la vida del ídolo de los niños. La fecha que conmemora el aniversario del padre del payaso y cantautor fue también la fecha elegida por Sol para dar la feliz noticia.
“Ese día fuimos a lo de mi papá, sabiendo que era el día del aniversario de la muerte de mi abuelo, el papá de Piñón. Era una fecha en la que todos teníamos la sensibilidad a flor de piel. Le pregunté cómo estaba y él, como es una persona muy positiva, me respondió que todo estaba bien. Cuando escuché que respondía eso, le 'tiré' un ‘¡Bueno, en este aniversario del abuelo, quiero contarte que vos también vas a ser abuelo!’...”, cuenta Sol orgullosa, acariciando su incipiente pancita. “¡Eso fue como un gancho al hígado!”, interrumpe Piñón y sonríe. “Ni Tyson me hubiera golpeado tan fuerte. Fue algo muy profundo y difícil de describir. Sentí que era un puente entre mi padre y ésto”, confiesa y mira para arriba como repasando ese momento que lo emociona. Apenas un par de horas le tomó a Piñón Fijo dedicarle un tema a su futuro nieto, canción que en muy poco tiempo se viralizó en redes sociales.
—¿Cómo nació la canción?
—El mismo día en el que me enteré que iba a ser abuelo nació. Para celebrar la noticia armamos un asadito y cuando se fueron todos tomé la viola, que a veces es mi cable a tierra, y empecé a repasar acordes. Me puse a balbucear cositas y jugar con la guitarra. De repente salió una melodía, una armonía y al principio quise reprimirme, evadirme porque no quería quebrarme, los sentimientos estaban muy en carne viva y me quería preservar. Sentí que me estaba pasando algo y no sabía si quería atenderlo, pero fue como un aluvión y las palabras se fueron hilando, los versos se fueron armando y así surgió esta canción en menos de 24 horas de haberme enterado la noticia.
—¿Ya la probaron sobre el escenario?
—Piñón: Sí y gusta mucho. Toda canción termina de nacer no cuando uno concluye de componerla, sino cuando otro la escucha. El tema hecho para mi hija cobró mucha importancia cuando me di cuenta lo que generaba en el público y a partir de allí la hemos estado haciendo en nuestros show.
—Sol: La primera vez que la escuché sobre el escenario me quebré. No podía parar de llorar y en ese momento el bebé comenzó a moverse. No entendía si era un sueño lo que estaba viviendo en ese momento.
—¿Cómo repercutió en la familia la noticia de la llegada de este nuevo integrante?
—Jere: Creo que nos unió mucho. No imaginábamos que nos tocara tanto la llegada de este bebé y por momentos sentimos que no pasa más el tiempo... ¡Parece que hace seis años que está embarazada! Nos emocionamos cada vez que vemos a un bebé.
—En su canción “Espera” dice “Hay un mundo que te espera y es lejano a lo ideal. Y seis cuerdas que se esmeran, por si las quieres oír. La sorpresa se prepara por si quieres asomar. Y la vida está encantada, dominando la ansiedad…” ¿Cómo vive la responsabilidad de hacer un lugar mejor para su nieta?
— P: Es una responsabilidad que tenemos todos. Lo que me gusta de esa estrofa es que es real y duro; es hablar como los niños de igual a igual. No les filtro cosas pintándoles que todo es rosa y celeste. Puedo decirles que en algún momento se pueden tropezar. Yo no divido entre adultos y niños; son todos seres y en cada persona el mundo tiene una nueva oportunidad para ser mejor. Me encanta pelear por esa coherencia.
—¿Qué tipo de abuelo cree que va a ser?
—P: Voy a ser un abuelo contemplativo. Acompañando sin invadir, diciendo frases como “En mis tiempos ésto se hacía así”. Voy a estar para ellos siempre, acompañándolos en cada paso. El mundo de mi nieta va a tener muchas risas, música y canciones. Muchos piensan que al trabajar de ésto uno tiene todo claro, pero la verdad es que yo sé lo mismo que cualquier otro abuelo y voy a ir aprendiendo a los ponchazos.
—S: Mi papá es un niño. No se deja de sorprender con nada. Se entusiasma todo el tiempo y nunca lo vas a ver aburrido. Su conexión con los niños es tan efectiva porque es un niño como ellos y eso se va a ser como abuelo.
—¿Hasta cuándo podrán mantener las funciones teniendo en cuenta el embarazo?
—S: Por ahora vamos a hacer vacaciones de julio en Córdoba y en Buenos Aires. Del 16 al 31 de julio vamos a estar en el Teatro Metropolitan Citi con “Piñón en familia”, continuamos con el programa de El Trece y preparando muchísimas cosas nuevas en nuestro canal de Youtube. Voy a trabajar hasta que el cuerpo lo permita, recién estoy entrando en el quinto mes y, al menos, en las vacaciones de invierno podré seguir disfrutando de mi trabajo.
Por Ariel Bogdanov.
Fotos: Ariel Pappa.