Aún no se bajó el telón. Sin embargo, la protagonista abandona por unos instantes el escenario y se pasea por las butacas del mítico teatro “El Nacional” ofreciendo al público presente una colorida bandeja de masas finas que, como se encargará de repetir una y otra vez mientras dure la obra, “son para morirse”. “¿Quién quiere probar mis bombas de crema?” pregunta con ironía la camaleónica Karina “K” en la piel de quien fue la más famosa asesina de la escena policial porteña, María de las Mercedes Bernardina Aponte de Murano más conocida como “Yiya”.
La actriz, cantante y bailarina regala cada noche al espectador una entrañable dosis de humor que logra lo insólito: disfrazar al crimen más siniestro y oscuro de los años 70 —donde una mujer utiliza cianuro para envenenar a sus tres amigas a quien les debe dinero— en una comedia musical con los clásicos números del teatro de revista. “A diferencia de todo lo que venía haciendo, con Yiya pasó algo diferente que superó todas mis expectativas. La gente se se conmueve, personas de todas las edades me esperan a la salida para felicitarme y me emociona mucho”, cuenta la versátil artista a CARAS y asegura que interpretar a “la envenenadora de Monserrat” llegó para coronar sus 30 años de trayectoria sobre las tablas. “Siento que Yiya es la conclusión de todo el camino recorrido. Es un rol en el que puedo conjugar todos los estilos y registros ya que es un personaje teatral, interesante, grandilocuente y de mucho sentido del humor, pese a que ella era una mujer autoritaria, desalmada, inhumana, una especie de mujer dinosaurio de la época”, explica la actriz de “Cabaret”, “Sweeney Todd” y “Víctor Victoria” quien hoy despliega todo su talento en “Yiya, el Musical”, los jueves y domingos a las 20.30hs y los viernes y sábados 22.15 en el teatro El Nacional, bajo la dirección de Ricky Pashkus, con música de Ale Sergi y libro de Osvaldo Bazán.
—”Yiya” Murano, hija de militares, era una persona homofóbica, autoritaria y zenofóbica. ¿Tenía prejuicios a la hora de abordar un personaje tan siniestro, autora de tres homicidios?
—Como actriz siempre me despojo de los prejuicios, de la propia vanidad y trato de abordar desde una forma profunda encontrar cuál es la causa que hizo que las acciones emprendidas por esta mujer terminaran en el trágico desenlace. No juzgo, simplemente trato de trasmitir a través de lo que se hacer a esta clase de individuos que existen y existieron.
—¿Le sorprendió que pensaran en Ud. para hacerlo?
—Cuando me lo propone Ricky Pashkus me dio un poco de escozor. Venía de interpretar a Judy Garland en “El Final del Arcoíris”, una mujer muy humana y frágil y Yiya era el contrapersonaje, el polo opuesto. Enseguida me puse a investigar más sobre el tema, a ver entrevistas que le hicieron en su momento Lía Salgado y Soledad Silveyra y a leer las crónicas policiales sobre el caso. Y cuando finalmente me llegó el libro de la obra, pensé: “Es para mí”.
—Formó parte del éxito de “Sugar”, junto a Susana Giménez. Le dio vida a Niní Marshall, Judy Garland, Sally Bowles, Florence Foster Jenkins, Mrs. Lovett y a Lucy en “Drácula”. Incluso se ha desempeñado en televisión. Cuesta encasillarla en una categoría. ¿A dónde siente pertenece?
—Me gustan todos los escenarios pero me siento muy cómoda en el teatro porque es donde más habité y donde tengo la posibilidad de mejorar y cambiar cosas cada día. El cine y la televisión me atraen mucho y cuando tengo la posibilidad de hacerlo me encanta el desafío.
—¿Piensa que ”Yiya” la consagró?
—Para mí la consagración pasa por conmover en cada obra el espíritu del espectador, por dejar algo grabado en el corazón del público. Vivo siempre el presente y pongo toda la fuerza en ese instante, la vida en cada palabra. Hoy este es mi mejor momento pero también lo fue cuando hice “Souvenir” o “Cabaret”.
—¿Fantasea con llevar su arte a Broadway?
—Es algo que nunca me llamó la atención. De hecho, no conozco Nueva York ni los Estados Unidos. Mi sueño es llevar el teatro musical a Latinoámerica, pasando por México, Guatemala, Ecuador y Colombia.
—Ha manifestado sus deseos de ser madre junto a su esposa desde hace un año y medio, Cynthia Manzi. ¿El proceso de adopción sigue su curso?
—Estamos haciendo los trámites correspondientes. Participando de talleres, encuentros con otras familias y matrimonios monoparentales. Pueden pasar 2 años o más pero lo tomamos con calma y confiamos en que vamos a concretar nuestro sueño. La maternidad es algo muy natural que charlamos con Cynthia desde el día que nos conocimos.
Por Sabrina Galante.
Producción: Alicia Blanco.
Fotos: Federico de Bartolo.
Agradecimientos: Cup Cakes: AgustinaGallesio (Candy Bar) @ agustinawedding, Vestuario: Pablo Battaglia, Justa Osadía zapatos;, Press OUI, Locación: Wilson Tobal Interior Lifestyle - www.wilsontobal.com -, Maquilló: Florencia Ortells con productos Nina Makeup. Tommy Pashkus: Prensa y Comunicación.