Al igual que en su exitosa carrera empresarial, a Eduardo Costantini (71) ningún obstáculo ni circunstancia lo dan por vencido. Y si muchos pensaban que el accidente que tuvo en su hombro el año pasado lo iba a desalentar a la práctica del kitesurf, estaban muy equivocados.
El dueño de “Consultatio” se operó, hizo toda la recuperación pertinente y ahora, a un año de ese percance, volvió por sus fueros. En el fantástico predio natural de su complejo “Las Garzas”, a 17 kilómetros del nuevo puente de la Laguna Garzón, Eduardo convocó a amigos e invitados para demostrarles que el kite sigue siendo una pasión inclaudicable.
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Y el martes 9, con vientos que alcanzaron ráfagas de 25 nudos, confirmó ser un verdadero “lord” del kitesurf. Desafió la intensidad de esas ráfagas, se metió en el mar y realizó, ante la vista de todos, varios circuitos desde la costa hasta mar adentro, cumpliendo su deseo de recuperar esa adrenalina única que se siente arriba de la tabla.
“El año pasado me lesioné el hombro en este mismo evento. Durante muchos meses sólo pude jugar al golf, pero hoy era el día indicado para volver. Por la intensidad del viento tuve que utilizar una vela más chica, de seis metros cuadrados, y todo salió como lo esperaba”, comentó apenas se sacó el traje de neoprene y el cabestrillo con el que protegió su hombro derecho.
Dueño de un estado físico admirable, a sus siete décadas, Costantini compartió con CARAS sus estrategias para desafiar el paso del tiempo: “No me excedo en las comidas, me cuido, y hace quince años que no como carne, pollo ni ninguno de sus derivados. De carnes, sólo pescados y frutos de mar.
Y para entrenar, nada de personal trainer, yo hago mis ejercicios, sobre todo de elongación. Soy muy autodidacta en ese sentido”, comentó el empresario, que no se hace problemas por haber comenzado 2018 soltero. “Estoy bien, ya se va a dar”, aventuró, mientras no dejaba de recibir palmadas ni felicitaciones.
Entre los amigos que asistieron a “Las Garzas” estuvieron Manuel Antelo y Ricardo Grüneisen con sus esposas, dos viejos compañeros suyos del ámbito empresarial.
por Carlos Cervetto
(desde Punta del Este)
Fotos: Federico De Bartolo/PERFIL