martes 05 de noviembre del 2024
ACTUALIDAD 17-08-2018 06:52

Adrián Suar, la crónica de una vida llena de trabajo, amor y familia

El actor antes de estrenar el "Host" se confesó, hablando con lujo y detalle de toda su vida . ¡Mirá!

Adrián Suar comenzó a trabajar en televisión con tan solo 15 años, cuando aprobó el casting para participar en la recordada tira “Pelito”. En su extensa carrera como actor, protagonizó ficciones como “De Carne Somos” y “La Banda del Golden Rocket”, entre otras. Más tarde desarrolló su faceta como productor, de la mano de Pol-Ka, y llegaron los grandes éxitos: “Poliladron”, “Verdad Consecuencia”, “Vulnerables” y muchos más.

El 2017 encontró a Suar en uno de sus mejores momentos profesionales. En teatro, protagonizó la obra “Un Rato con El” junto a Julio Chávez, con la que ganaron el Premio ACE a Comedia del Año; en cine derrotó a tanques de Hollywood con “El Fútbol o Yo”; y en televisión produjo la ficción más vista: “Las Estrellas”.

Ahora además está abocado a la producción general de “Mi Hermano es un Clón”, la nueva comedia romántica que ya se está grabando y se emitirá por El Trece, protagonizada por Nicolás Cabré y Gimena Accardi, entre otros. Por otra parte, Pol-Ka producirá “Puerta 7”, la nueva serie que se verá por Netflix en 2019; Adrián también compró los derechos de “Escuela de Rock” (“School of Rock”), el exitoso musical creado por el legendario Andrew Lloyd Weber; y producirá una comedia con Nicolás Vázquez en el teatro El Nacional.

En el plano sentimental, se encuentra “soltero”. Refiriéndose a su relación con Araceli González (51), con quien se casó en 1997 y se divorció en 2004, y tuvo a Tomás “Toto” Kirzner González (19), llegó a decir que “fue un amor muy fuerte”. Y “Ara”, respondiéndole, dijo que fue muy fuerte pero por lo negativo, y lo acuso de infiel. Ahora, Suar se refiere al tema: “Es muy difícil que yo conteste agresivamente aunque esté enojado o no esté de acuerdo. Me tiraron con munición fuerte, viste. Cuando estás gobernado solamente por las emociones es muy difícil. Porque cuando no gobierna la razón sino lo emocional, ahí los seres humanos estamos en un gran problema. Son maneras de reaccionar, son subjetividades. Muchas de las cosas que Araceli dice, a mí me hacen eco. Entiendo de lo que habla. En algunas cosas estoy de acuerdo con ella, y en otras no. Pero cuando te crees el dueño de la verdad y la culpa solamente es del otro, en ese terreno no le das espacio a la reflexión. Y la reflexión te lleva a madurar, a crecer. Yo cometí muchos errores en ese vínculo, y creo que ella también conmigo. Pero más allá de que hoy no tengo comunicación con Araceli, en el fondo de mi corazón, a pesar de que hay cosas que me duelen, siempre tengo un recuerdo de cariño hacia ella”, admite. Su segunda gran relación fue la que tuvo con Griselda Siciliani (40), desde 2008 hasta 2016, junto a quien se convirtió en padre de Margarita (6).

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—Usted admitió que durante el vínculo con Griselda se sentía más maduro…

—-La relación con Gri fue un momento muy importante de mi vida, de mucho crecimiento. Fue una gran versión mía la que compartí con ella.

—¿Lo afectó la separación?

—-Sí, me “pegó” mucho. Pasaron dos años, ya estoy mejor. Pero me entristeció muchísimo...

—¿Se siente cómodo con el mote de “el soltero más codiciado”?

—-Siempre me causó gracia...Tuve muchas relaciones, pero nunca fui un picaflor, jamás alimenté esa imagen en el mundo del espectáculo. Desde los 18 años que soy actor y mantuve relaciones. Voy y vengo, pero parejas tuve solo dos. Después lo otro existió, mientras estuve soltero, como cualquier persona que tiene mayor o menor posibilidad. Pero no soy de andar con una y con otra...

—Declaró en una entrevista que se siente tranquilo, que no sale mucho de noche, pero que de vez en cuando “tiene alguna alegría”… ¿Cómo es eso?

—Hoy no estoy con nadie en particular. Salgo, y si hay un “touch and go”, voy. Y si no, no voy. Para tener una historia de amor necesito estar un poquito prendido. Soy un Ariano que se prende o no se prende. Si no me prendo, es difícil. Es como un calefón, que le das, le das, y le das, y no prende la llama. No estoy cerrado a un nuevo amor, pero sí más atento a estar con alguien que realmente me...(Piensa). Estar por estar con alguien, no podría. Abierto a la posibilidad, estoy cien por cien. Pero no desesperadamente abierto. No estoy buscando nada...

—¿Qué volvería a hacer igual, y qué completamente distinto, a la hora de conquistar a una mujer?

—Trataría de tener un vínculo sano. A veces, quien está conmigo tiene la sensación de... (Piensa). No sé, a veces es que yo tengo un ensimismamiento, me quedo como en un “back out”, y el otro piensa:“¿Este dónde está? ¿Está conmigo o en otro lado?”. Eso me parece que lo tengo que mejorar. A veces llego a casa después del trabajo y tengo ese ensimismamiento. Forma parte de mi personalidad. Yo estoy atento al otro, pero bueno, eso y otras mil cosas más tengo que mejorarlas.

—¿Le molesta que le adjudiquen romances con actrices que integran elencos de su productora, o compañeras de obras o películas que usted protagoniza?

—Me molesta mucho. Me ha pasado con Natalie Pérez o con Julieta Nair Calvo. Eso me molesta, porque me pone en un lugar incómodo, y sobre todo es incómodo para ellas. Además porque es mentira y son versiones que mueren al día siguiente. En estos dos años, desde que me separé, trataron de encontrarme muchos romances

—¿Cuál es su relación con Margarita? ¿Es el típico papá que le permite cualquier cosa?

—No le permito todo, pero me tiene a maltraer. Es divina, tiene una personalidad compradora, pero cuando le tengo que poner límites, se los pongo. Margarita es ocurrente como es Griselda y como soy yo, tiene chispa. Gri es una mamá excelente, estoy muy orgulloso de la madre que me tocó para esta hija tan particular. Como padre, estoy más presente que nunca, y más presente también con Tomás. Me gusta el vínculo que empezó a existir entre Tomás y Margarita. Ella lo ama y “Toto” a ella. Empiezan a estar más tiempo juntos y eso me da mucha alegría.

—¿Está feliz con los logros profesionales de “Toto” en el mundo de la actuación? ¿Es crítico con él, le da muchos consejos?

—No soy un padre “cool”, si debo decirle algo, lo hago. Si tengo un consejo, se lo doy. Aunque él no lo pida, porque es mi rol. Si no, ¿para qué soy papá? (Risas). No soy un pesado, pero tampoco el otro extremo, que no le digo nada... Soy de alentarlo, y cada tres alientos, pego una (Más risas). Realizó un trabajo extraordinario en el teatro y en la tele, y yo no le exijo nada. Que vaya haciendo lo que quiera. Que haya dicho que le costaba trabajar en Pol-Ka, bajo mi órbita, habla bien de él. Siempre le digo que nunca va a ser “El Hijo de...”, porque él por sí mismo tiene valores. Lo que está creciendo es porque lo está construyendo él. Tiene pasta.

—¿Tiene influencia con el Presidente Mauricio Macri, con quien compartió muchas comidas? ¿Hasta qué punto le interesa la política?

—A Mauricio lo conozco desde hace más de veinte años. Habré ido a comer treinta veces con él, y además antes de que sea presidente de Boca, porque tenía una novia y yo también, salíamos todos, entonces nos conocíamos desde muy jovencitos. ¿Quiénes eran esas novia? No viene al caso (Risas). El es mayor, quiero que quede claro (Más risas). Después, cuando era presidente de Boca seguía yendo a comer con él, o sea que lo conozco de toda la vida. Rara vez me va a volver a pasar que conozca a alguien desde hace tanto tiempo y que se transforme en Presidente de la Nación. Cuando lo veo, nuestro vínculo nunca está relacionado con la política. Hablamos de fútbol, nos hacemos cargadas. Yo no soy macrista, soy argentinista. Quiero que le vaya bien al país. Después, si no me gusta algo, lo digo. Además, Mauricio nunca me ha pedido absolutamente nada. Yo no necesito nada de él, y él no necesita nada de mí.

—¿Qué siente que le falta para sentirse completamente realizado?

—Creo que estoy muy cerca de encontrar cierta armonía en mi naturaleza, que es impulsiva. Seguramente se irá apagando con el correr de los años, o mutará para otro lado, pero moriré con las botas puestas (Risas). La idea es tratar de tener una muy buena versión mía contemplando cierta armonía, para que pueda contar con explosión y calma, goce, disfrute. Por eso elijo los trabajos que quiero hacer, y eso de a poco me va convirtiendo en una persona más genuina. Menos careta.