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ACTUALIDAD 27-08-2018 18:17

Imanol Arias disfruta de Buenos Aires junto a su mujer, 20 años menor

Irene Meritxell Rodríguez y el actor celebran su amor de diez años en las calles porteñas. ¡Mirá! Galería de fotosGalería de fotos

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Estas son tres historias de amor, fuertes, intensas, vividas al mismo tiempo a lo largo de cuatro semanas. Los profundos sentimientos por una vocación artística, por una ciudad y por una gran mujer, compartidos con una lograda intensidad. Desde hace 24 años, Imanol Arias (62) no hacía teatro. Lo último que había realizado en Buenos Aires fue “Calígula” (en 1994). Muchos lo recuerdan por su rol en “Camila” (película de 1984), donde encarnó al cura Ladislao Gutiérrez. Pero este actor nacido en Riaño, pueblo de León, España, que protagonizó más de 50 películas, 15 series televisivas y otras tantas obras teatrales, no se detiene.

Ahora volvió a subirse a un escenario teatral, específicamente al del emblemático Teatro Maipo, para brillar en “La Vida a Palos”, sentida interpretación de los textos que su amigo Pedro Atienza (periodista, guionista, radiofonista y poeta de tablaos que murió en 2014), le entregó especialmente para que los convirtiera en obra. “Me dijo: ‘Tienes que hacer esto, necesito dejarle algo a los míos (a su familia). No hice más que darles sufrimientos, preciso dejarles un trozo de mi vida, y tu sabes coser trozos de vidas ajenas. Ponte a bordar’. Y se murió...Yo me quedé con esa enorme responsabilidad hasta que se montó esta pieza”, le explica a CARAS, refiriéndose a la obra que cuenta la historia de un hombre que, enfrentando sus últimos días, se reencuentra con el hijo a quien no ve desde pequeño (rol a cargo del joven actor español Aitor Luna).

Además trabaja la actriz y bailarina Guadalupe Lancho, el cantaor Raúl Jiménez y el cellista Batio, que interpretan martinetes, soleares, colombinas, fandangos, nanas y tarantos (variedades más tradicionales del cante, conocidas como “los Palos del Flamenco”). A su lado, su esposa Irene Meritxell Rodríguez (42), fotógrafa y diseñadora sevillana, asiente. Ella le insistió mucho para que decida adaptar la obra y volver a trabajar en teatro.“Desde que estamos juntos con Imanol (hace diez años) nunca lo había visto hacer teatro. Llevaba 24 años sin subir a un escenario, y verlo en ese rol era algo con lo que soñaba”, confiesa la mujer.

La primera vez que Arias visitó la Argentina fue a principios de los ochenta, junto al actor José Sacristán. Ahora y hasta el 2 de septiembre, el público puede disfrutar de su actuación en Buenos Aires, en un encuentro de teatro, música y arte audiovisual. “Además tenía un compromiso con Lino Patalano (director y productor teatral argentino). Eran dos compromisos complicados, uno con él, y otro con mi amigo el autor. Un día junté las dos cosas. ‘La Vida a Palos’ tiene un montaje técnicamente muy vistoso”, comenta el actor.

Imanol tiene dos hijos fruto de su matrimonio con Pastora Vega (57): Jon (31) y Daniel (17). “Con Irene decidimos no tener hijos, lo que es una gran posibilidad para poder viajar. El tiempo que nos queda, que espero que sea muchísimo, queremos invertirlo en no separarnos, en viajar, en ilusionarnos con cosas compartidas. Si a ella le sale una muestra en Nueva York, allí voy yo para acompañarla y disfrutar, si es necesario llevándole los bolsos, ayudándola”, afirma Arias.

Tras encarnar al cura Ladislao Gutiérrez en “Camila” (dirigida por María Luisa Bemberg, película que protagonizó junto a Susú Pecoraro), Imanol Arias empezó a significar mucho para los argentinos. Tal es así que hace unos días hasta lo nombraron “Huésped de Honor” de Buenos Aires, distinción que recibió en el mismísimo Teatro Maipo. “Cuando llegué aquí en el ‘83, en el mes de noviembre, Raúl Alfonsín asumía como Presidente en diciembre. Había tanta alegría en las calles, un alivio, y vine de la mano de una directora, una mujer inteligente, moderna, como María Luisa Bemberg.

Ella me regaló la posibilidad de hacer una película que es histórica, que me hizo conocido en este país, el cual nunca he abandonado. Con Susú seguimos conectados, tuvimos un proyecto juntos , íbamos a hacer ‘Los Puentes de Madison’, pero al final por una cuestión de agenda no prosperó”, comenta. Sobre el nombramiento de “Huésped de Honor”, afirma: “Yo era como un niño que está peleando para que su padre lo reconozca. Buenos Aires nunca me negó pero, con esta distinción, es como que me reconoció como hijo oficial. Y ahora siento que tengo el ADN completo de la ciudad”, agrega.

Y si todos estos mimos a Imanol le iluminan el alma, que pueda compartirlo en Buenos Aires con su gran amor, es el colmo de la felicidad. “Con Irene nos conocimos en el cumpleaños de un amigo argentino, celebrado en Madrid. Ahí nos encontramos y nos dimos ‘a los Santos Oleos’, que es una forma que se dice en España, o sea que no nos despegamos más (Risas)”, confiesa Imanol, en una caminata por la Plaza San Martín que la pareja compartió junto a CARAS.

A su lado, la fotógrafa sevillana agrega: “En Navidad van a hacer diez años que estamos juntos, pero decidimos casarnos el año pasado”. Frente a lo que Arias siente la necesidad de decir: “Teníamos la opción de que nos pague algún medio por la exclusiva. Pero decidimos que fuera algo íntimo y no ‘mercadear’ con eso”.

—Irene, usted es veinte años menor que Imanol, ¿qué opinión tenía de él antes de conocerlo?

IRENE MERITXELL RODRIGUEZ:— Mi madre conserva en su casa de Sevilla unas fotos que yo llevaba en la típica carpeta del colegio, cuando tendría entre 15 y 20 años. Eran varias imágenes de Imanol, de sus personajes o de alguna entrevista, que yo había recortado de revistas. Ya me llamaba la atención como hombre. Como soy andaluza, las facciones de los gitanos siempre me han parecido muy atractivas.

—¿Conocía Buenos Aires?

IMR:—Sí. Ahora, en el primer piso del teatro se exhibe una exposición fotográfica mía sobre “La Vida a Palos”, pero anteriormente, en otras visitas, hice una que se llamó “Cámara y Acción”. También presenté en el Centro Cultural Borges una muestra con el resultado de la visita a Anantapur, India, donde estuve instalada durante el rodaje de un filme que protagonizó Imanol. Y acá además trabajé con la obra “Conferencias Sobre la Lluvia”, de Fabián Vena.

IMANOL ARIAS:—La vez que más conectada la vi a Irene con la cámara fue un día que fue a San Telmo, y se dedicó a fotografiar pies de hombres y mujeres bailando tango.

—¡Qué momento Imanol! Regresó al teatro, fue nombrado “Huésped de Honor” y está enamoradísimo de Irene...

IA:—Es un momento que no olvidaré nunca. ¡Y encima junto a Irene! Esta mujer me ha cambiado el humor. Nunca fui un “cascarrabias” pero era un hombre más bien serio, solemne y pesado (Risas). Un día ella me dio una paliza de anti-solemnidad, y si todavía me sale algo de eso de vez en cuando, ella es como un guardia urbano: ¡enseguida me reta! (Carcajadas)

Por Fabián Cataldo

Producción Alicia Blanco

fotos Marcelo Dubini

Agradecimientos Sweet Recoleta Mall,  Breeders Furs, Bokura www.bolura.com.ar , La Martina www.lamartina.com.ar  Peinó Fabio Diacono para Fabio & Helen Salón, Maquilló Cata Fornieres para OscarMulet. Alvear Art Hotel

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