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En julio de este año, Sol Celeste Cwirkaluk, la hija de Karina la Princesita y el Polaco, cumplió 13 años. A dos meses de ese acontecimiento, la adolescente se enamoró de Santino Marinelli y ahora, en pleno noviazgo, lo presentó en las redes sociales.
Este año, la joven dio un vuelvo a su vida y comenzó a desarrollar más profesionalmente su vocación de cantante. Fue así como ya se presentó junto a su mamá en Los Ángeles de la Mañana y deslumbró con su voz.
Sol seguirá los pasos de sus padres quienes la apoyan plenamente en su decisión. Pero parece que su carrera en este momento tiene la misma importancia que su presente amoroso.
Su novio, bastante alejado del mundo digital, abrió su cuenta de Instagram a mediados de este mes y en su perfil expresó que desde el 18 de setiembre su corazón ya tenía dueña.
Acompañó la fecha con el dibujo de un anillo de brillantes y dos corazones, dirigidos a la artista. Luego estrenó la red con una imagen de su rostro y entre los cientos de comentarios se destacó el de su novia que escribió "DIOOOOOSSS" y acompañó con emojis de caritas con ojos de corazón.
En otro posteo de Santi, se lo ve junto a ella en tres postales románticas y bien juntos. Como un guiño a su novia, Marinelli le escribió: "Fea".
Publicación que continuó con la imagen de una carita de enamorado y la hija de Karina le comentó sin pudor ni medias tintas con un "Te amo".
A partir de ese post, el diálogo virtual entre los tortolitos fue un ida y vuelta de elogios y románticas frases. Santino le dijo "Yo más mi vida" y ella contestó con corazones que él respondió con imágenes de gatitos enamorados.
Entre estos comentarios, el joven también contó que pasaron juntos la Navidad.
Ella por su parte guardó entre sus destacados una imagen de ambos en la que de fondo se escuchaba una canción que rezaba: "Ya no creía en el amor pero apareciste vos todo mi mundo cambió y el dolor se esfumó".
Hasta el momento, ni Karina ni el Polaco participaron con mensajes en estos posteos, demostrando que son padres re cancheros y respetan los espacios de su hija adolescente.
El primer amor nunca se olvida.
