El primer desfile en vivo Dolce & Gabbana en época de COVID-19 contó con 103 looks y 269 invitados en el campus de la Humanitas University. El protagonista de la colección primavera/verano 2021 mostró a un hombre en perfecto “mood vacacionero”.
Por primera vez, no hubo nada de estampados barrocos o atmósferas de seductor, sino una serie de dibujos estilo “mayólica” para los pareos y las icónicas batas, camisas y camperas propias de un galán “surfer”.
Una colección que es un claro homenaje al arte, a la creatividad y a la genialidad italiana y que se inspira a las cerámicas del Parque de los Príncipes del Hotel de Sorrento, firmado en 1960 por el arquitecto Gio Ponti.
El encuentro entre modernidad y neoclasicismo es el “fil rogué” de la colección, donde figuras geométricas y lineales se unen a estampados de estatuas y bustos neoclásicos en un juego de contrastes armonizado por la delicadeza de los matices del cielo.
No hay negro, ni rojo, hay formas “oversize”, trajes de shantung con detalles trasparentes, denim y géneros sobrepuestos, sacos de dobladillos asimétricos y pantalones monocromáticos estilo “harem” que hacen juego con espadrillas de género o sneakers metálicas.
No falta la musculosa blanca, un “key piece” del pasado, gorras y lentes también en las tonalidades del azul. Aire de “Dolce Vita” con un soundtrack de canciones tradicionales, entre las cuales no falta “Volare” de Domenico Modugno cantada por el Il Volo, que se exhibió “live” para la ocasión.