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Diego Maradona fue criado en una familia en la que se profesaba la religión. Todos siguieron el mismo camino pero el astro, con al llegada de la adultez, se hizo a un lado. Sin embargo, los últimos tiempos volvió a tener un acercamiento a la religión, inspirado por las creencias de su amada madre, Doña Tota.
Cuando Diego Maradona fue convocado para ser director técnico de Gimnasia y Esgrima de La Plata, una de las primeras cosas que hizo fue llamar a un sacerdote. Así fue como llegó al Estadio el cura párroco Gustavo Rubio de la parroquia María Auxiliadora de Berisso.
Sorprendido, el sacerdote creyó que había sido convocado para bendecir el Estadio y grande fue la sorpresa cuando Diego pidió hablar a solas con él y confesarse.
Según Rubio, en una charla mantenida con Radio Diez, Diego Maradona le pidió que lo bendijera de parte de Dios: a él y a todo su equipo pero en especial a él para lo que viva de ahí en adelante. "Quiero paz", le habría dicho.
Además contó que cuando sacó la unción de los enfermos, Diego Maradona le contó una anécdota de Doña Tota que cuando las cosas se le ponían difíciles, iba a la parroquia y el cura le daba el "aceitito" para salir adelante.
El sacerdote escuchó atento a Diego Maradona quien le habló de sus padres con gran admiración y hasta lo vio emocionarse con lágrimas en los ojos y le confesó que su madre era una mujer de mucha Fe, pero la fe sencilla y simple.
"Doña Tota ponía todo en manos de Dios", le habría dicho Diego Maradona en ese encuentro que se produjo a fines del año pasado.
