Cuando en 2001 le mostraron la construcción de 1951 se enamoró de ella. Consciente del trabajo de remodelación que le llevaría, pagó los 2.9 millones de dólares y se concentró en su arreglo. El gran terreno y los 847 metros cuadrados de edificación la convencieron. Y, como todo lo que se propone, Shakira (44) lo logró.
Después de la remodelación de los arquitectos Ben López & Associates y la decoradora Renata Lessa Bastos, y como la expone el sitio Guacamouly.com, la mansión ubicada en la privilegiada North Bay Road Drive, junto a vecinos tan famosos como J Lo, Ricky Martin y Matt Damon, volvió a brillar.
En estilo elegante y minimalista, el blanco es el color que inspira toda la mansión. Apenas unos toques de plata inundan el ambiente dedicado a sus antepasados libaneses. La casa está dividida en dos alas. Las dos plantas rodean un patio central con pisos de mármol, pizarra y calisa. Toda la construcción muestra líneas pulcras, limpias y muy luminosas. Los techos son muy altos y los enormes ventanales dan a ese patio central.
En la planta alta se encuentran los seis dormitorios en suite, cada uno decorado en un color diferente. Y en la planta principal está el gran living con muebles de metacrilato y espejos.
También tiene una gigantesca cocina en mármol blanco. Un gym fue acondicionado para que Shakira, Gerard Piqué (34) y los pequeños Milan (8) y Sasha (6) entrenen.
En medio del parque se encuentra la piscina rodeada de piso de tablones de teca en los que descansan los camastros. Altas palmeras conducen al muelle privado de 30 metros de acceso a la Bahía de Biscayne de Miami Beach. Ya en 2012 Shakira quiso vender la casa por 12 millones y no pudo. En 2018 volvió a ofrecerla en 11.6 millones y ahora quien la muestra es su hermano Antonio Mebarak que es agente inmobiliario. El es el encargado de comunicar a los interesados su precio: U$S 15.9 millones.