En estos tiempos de cuarentena por el coronavirus, la tecnología es una de las herramientas que tenemos a mano para poder conectarnos con el mundo, sin embargo, el exceso de estos recursos puede ser dañino. Estudios y encuestas realizadas por la compañía de análisis de datos GlobalWebIndex demuestran que la cantidad de horas diarias promedio que las personas pasan conectadas a internet ha incrementado rápidamente, y la mayor parte de ese tiempo están conectadas a redes sociales.
Shimi Kang, doctora e investigadora canadiense especializada en adicciones en niños y adolescentes cree que los datos indican que la tecnología está cada vez más vinculada a la ansiedad, la depresión y la distorsión de la imagen corporal, ya que nuestro cerebro responde a la tecnología liberando seis tipos de neuroquímicos que afectan nuestro estado de ánimo y salud mental.
Kang considera que juegos extremadamente populares como Cady Crush caen dentro de la tecnología basura, porque los usamos solo para recibir un "toque" de dopamina y puede rápidamente convertirse en una adicción. "La parte más tóxica (y la que nos preocupa) es la que tiene que ver con golpes de recompensa instantánea, como la pornografía, el ciberacoso, las apuestas online, los videojuegos adictivos o los discursos de odio", dijo en una nota con BBC Mundo sobre el uso de este tipo de páginas.
En este sentido, la "dieta tecnológica" aparece como un recurso un que nos aleja de las tecnologías tóxicas y basura, y nos acerca a las formas de tecnología saludables. Así como nos damos un gusto con la comida con postres y cosas que no son saludables, debemos hacer lo mismo con las redes sociales para no convertirnos en adictos tecnológicos.
La idea es encontrar un balance entre la tecnología y una vida que es rica en otros aspectos importantes. En general debemos dormir 8 o 9 horas diarias, mover el cuerpo 2 o tres horas dentro de lo que se nos permite en nuestra rutina.