martes 16 de diciembre del 2025

Alimentación saludable en el cáncer de mama: cuidarse sin angustias

Una alimentación equilibrada puede acompañar en la prevención y el tratamiento del cáncer de mama, pero es fundamental mantener una actitud tranquila y realista. Con pequeños cambios, se puede fortalecer el bienestar sin afectar la paz mental ni generar ansiedad. Galería de fotosGalería de fotos

Dra. Ramundo Camila
Dra. Ramundo Camila | CONTENT LIKE
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El papel de la alimentación en la prevención y el acompañamiento del cáncer de mama ha sido ampliamente estudiado. Aunque no existe una dieta mágica que garantice la protección total, ciertos hábitos pueden contribuir a un estado de salud más equilibrado y a fortalecer el sistema inmunológico.

Primero, es importante priorizar una alimentación variada y equilibrada, que incluya muchas frutas y verduras. Estos alimentos aportan antioxidantes, vitaminas y minerales que ayudan a combatir el estrés oxidativo, asociado con muchas enfermedades, incluido el cáncer.

Reducir el consumo de grasas saturadas, carnes procesadas y azúcares refinados también puede ser beneficioso. Optar por fuentes de grasas saludables, como las nueces, semillas, pescado y aceite de oliva, ayuda a mantener un peso adecuado, factor que está relacionado con menor riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer.

El consumo de fibra, presente en cereales integrales, legumbres, frutas y verduras, favorece la digestión y la eliminación de toxinas, contribuyendo a la salud en general y a la prevención.

Es fundamental recordar que, tras un diagnóstico de cáncer de mama, el estado emocional puede verse afectado y la ansiedad por la alimentación puede aumentar. Sin embargo, no es recomendable volverse excesivamente riguroso o rígido con la alimentación, ya que esto puede generar más ansiedad y afectar la calidad de vida.

Lo importante es enfocarse en hábitos sencillos y sostenibles, sin restricciones extremas, y consultar siempre a un profesional en nutrición especializado en oncología. La clave está en equilibrar una alimentación saludable con la capacidad de disfrutarla, manteniendo una actitud positiva.

Además, acompañar la alimentación con prácticas que ayuden a mejorar el estado emocional, como la actividad física, técnicas de relajación o acompañamiento psicológico, puede marcar una gran diferencia en el proceso de tratamiento y recuperación.

En definitiva, pequeños cambios pueden sumar, pero sin perder de vista que la paz mental y el bienestar emocional son componentes esenciales en el camino contra el cáncer de mama.

Dra. Ramundo Camila

MP 95931

Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Mastología

Especialista en Ginecología y Mastología

Asesoramiento Genético

whatsapp 2235797318

instagram @cancerdemamamdp

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