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Desde los primeros años, recuerdo admirar el trabajo de los médicos a mí alrededor: los diagnósticos, las intervenciones y su capacidad de mejorar la vida de las personas. Ésta se tradujo en años de dedicación, esfuerzo y estudio para lograr el objetivo de ser médico por vocación. El interés por la cirugía plástica, estética y reconstructiva surge después de trabajar varios años en diferentes ramas y descubrir fascinación por responder a las necesidades de los pacientes que buscan un estado de bienestar integral que va más allá de la función estética. Esta pasión se transformó en un compromiso personal y profesional para garantizar probidad y solvencia en cada una de las atenciones, a través de la aplicación de los conocimientos adquiridos.
Esta especialidad es un arte que requiere precisión en los detalles, meticulosidad y prolijidad; aborda el ámbito de la salud y la belleza; y tiene efectos psicosociales que se evidencian en el mejoramiento de la calidad de vida. Al mismo tiempo es compleja, no solo por la técnica que se requiere, sino porque su práctica por parte de personas no autorizadas y la mala praxis generan mitos que la desacreditan. De ahí que siempre manejemos los casos con criterio, ya que el objetivo primordial es lograr la salud integral del paciente, excluyendo toda acción contraria a este principio. Nuestra atención es personal y especializada en cada etapa, escuchando activamente las necesidades y temores del paciente. Además, es esencial la honestidad, el no generar falsas expectativas y ser realista sobre los resultados.
Lo complicado de esta profesión es la cantidad de tiempo que requiere la constante preparación, práctica y actualización, por lo que el tiempo disponible para la familia se limita; sin embargo, como compartimos la misma pasión, puedo conciliar ambas cosas.
Lo más apasionante es tener la capacidad de transformar vidas, lograr un estado de bienestar integral para nuestros pacientes y observar su profunda satisfacción al conseguir el objetivo.
En la rama estética, hay una evolución en el método de obtener resultados, sobre todo en el contorno corporal, aplicando la lipoescultura HD; y en el contorno facial, para lograr un resultado armónico y natural.
La visión a futuro es ser uno de los mejores cirujanos en Ecuador y Argentina, donde he tenido la oportunidad de cumplir el sueño de ser cirujano plástico. Reconozco como referentes a los profesionales con los que me he formado durante la especialidad, admiro su trabajo, enseñanza y formación.
Datos de contacto: Dr. Andres Amoroso, n° de matrícula 15.3932, especialista en Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva. Postgrado en Clínica Estética y Reparadora.
Teléfono: +54 9 11 2327-6477
Conoce más en www.dr-amoroso.com o en su perfil de Instagram.
C.A.B.A. – Argentina
