“Los alimentos forman parte importante del circuito de recompensa. Son mucho más que una forma de nutrirnos. A lo largo de la historia de la humanidad la alimentación ha sido una categoría de la cultura tanto o mas que de la salud. Los alimentos han adquirido el status de símbolos, de elementos de comunicación y de intercambio. Por ejemplo, una cena determinada puede ser expresión de amor y cariño. Mucho más allá de la nutrición entonces, alimentarnos tiene una función social y emocional.”
¿Cómo hacer para que la calidad de vida, la nutrición y la función emocional de los alimentos sean coherentes?
Nuestros circuitos cerebrales de recompensa se activan ante determinados alimentos de manera mas o menos intensa. En el caso de los alimentos dulces, con alto contenido de azucares, este circuito de recompensa se activa rápidamente y con mucha fuerza: apenas ingerimos el dulce una verdadera cascada de dopamina inunda el área tegmental del cerebro y desde allí se irradia todo el neocórtex: es lo que llamamos “placer”. Pero esta enorme cantidad de placer tiene sus daños colaterales. El metabolismo energético de debilita, se produce la resistencia la insulina y pagamos un precio muy alto por ese apego al placer inmediato.
Para equilibrar la balanza es importante entrenar nuestra capacidad de disfrutar de placer a largo plazo. La 2da ley emocional para el descenso de peso dice que cuanto mayor sea el apego al placer a corto plazo más grande es la dificultad para bajar de peso.
Es por eso que en nuestro Sistema Uno incorporamos una serie de técnicas para aprender a disfrutar del placer a mediano y largo plazo, el placer que se obtiene cuando podés elegir qué vida querés vivir y cuál es el cuerpo que te permitirá vivir esa vida. El placer de alimentarte en coherencia con tus objetivos y día a día ir logrando la transformación. En momentos en que hay una gran presión hedonista para disfrutar ahora y ya, es muy importante recuperar la capacidad de apreciar el logro de objetivos a mediano y largo plazo y desarrollar el compromiso y la disciplina para lograrlo.
¿Cómo funciona el sistema?
Trabajamos en grupos, de manera on line 100 por 100, en programas de 28 días, con el objetico de bajar de 8 a 10 kilos en ese periodo, pero por sobre todo incorporar nuevos hábitos alimenticios y emocionales en cada uno de los participantes!
(Las 4 leyes emocionales del descenso de peso seguirá en próximas notas)
Ig: gerardepelbaum