Muchas personas me han preguntado qué tiene que ver lo que me pasa a mí con lo que le ha sucedido a mi familia. Por qué, repito, si somos personas diferentes, cuerpos distintos.
Me han preguntado cómo es posible que la misma situación que vivió mi abuelo, por ejemplo, de pérdida de lo propio, de algún bien material, yo lo esté transitando en este momento, de la misma forma.
Principalmente, debemos ser conscientes que hemos elegido este árbol genealógico para encarnar. Muchas personas se asustan y molestan cuando les recuerdo esto.
Lo más importante es empezar un proceso de aceptación para comprender que todo lo que nos ocurre en esta vida, está mostrándonos las heridas que trae nuestra alma de vidas pasadas y que coinciden, en gran medida, con las experiencias de nuestro árbol genealógico.
Es por esto que, con cada situación de nuestra vida, estamos ante la oportunidad de liberarnos de lo que traemos. Básicamente, a eso volvimos al mundo.
No importa cuál sea tu situación, si miras dentro de tu árbol, encontrarás a personas que han sufrido exactamente lo mismo que estás experimentando en este momento.
Esto sucede porque, como me gusta decir a mí, alguien tiene que prender la luz.
Cuando han sucedido vivencias dolorosas, traumáticas, difíciles, y no ha habido conciencia de amor, sólo de miedo, esa energía se estanca y bloquea, no solo a la persona que la experimenta, sino también a todos sus descendientes.
Quien encarna, sabiendo estas memorias de dolor que habitan el árbol, intenta, con su vida, ponerle luz y un nuevo entendimiento a lo que sucedió antes.
Repetir es una forma de traer al presente lo que hubo en el pasado para tomarlo con amor.
Conocí a una chica que deseaba ser mamá, pero eran varios los embarazos que había perdido con su pareja. Cuando comenzó a consultar entre sus familiares quién había perdido embarazos como ella, se encontró con que su abuela, quien sólo había dado a luz a su madre, había perdido seis embarazos.
Esta verdad le permitió darse cuenta que, por amor y lealtad a su querida abuela, repetía la historia… Tengo que sentir lo mismo que sintió ella para poder ser parte de esta familia - dijo el inconsciente. Y cuando lo vemos, cuando reconocemos que hemos estado repitiendo para ser parte, allí ponemos luz y allí podemos empezar el proceso de liberación.
Ella decidió hacer algo con esta verdad. Comenzó terapia para hablar de lo que sentía al respecto, hizo constelaciones, rituales para cortar con las repeticiones, se limpió de viejas creencias limitantes y al final, al poder darle amor al pasado, llegó a ser mamá.
Mi último libro, “Ríndete a sentir”, está basado en estas teorías. Cuenta la historia de Sara, quien decide emprender un viaje interior en busca de todos los bloqueos y memorias que hay en su árbol y la limitan para encontrar el verdadero amor.
Creo fascinante el camino de descubrimiento personal a través de las vivencias. Sólo con la observación sobre nuestra vida, estamos pudiendo saber todo lo que pasó antes de que llegásemos aquí…
Nadia Herencia
@nadiaherencia
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