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Mi historia de sanación y transformación: un camino de luz y propósito
Hoy quiero compartir con ustedes mi historia, el viaje que me llevó a descubrirme, a sanar mi alma y a cambiar mi vida. Tengo 43 años, estoy casada con Alejandro, con quien comparto 24 años de matrimonio, y somos padres de dos hijas, Micaela y Candela. Desde hace 13 años, comencé un proceso de búsqueda profunda sobre bienestar, propósito y felicidad. Fue un camino lleno de aprendizajes, desafíos y también de milagros.
Todo comenzó cuando tenía 30 años, cuando la vida me sorprendió sin previo aviso. Mi esposo atravesó una grave crisis de salud que puso en peligro su vida, y con ello, nuestra estabilidad se desplomó. Tuve que ser su sostén, brindándole todo mi amor y fuerza. Un año después, mi propio cuerpo empezó a mostrar señales de alarma, y me diagnosticaron celiaquía. Mi salud ya no era la misma y eso me afectó profundamente. El miedo, la incertidumbre y el agotamiento me llevaron a una depresión, de la que no sabía cómo salir. Durante un año, viví sumida en la oscuridad, usando medicación y temiendo que nunca volvería a ser yo misma. Pero un día, algo dentro de mí me impulsó a tomar una decisión crucial: no rendirme, no dejarme vencer.
Mi primer rayo de luz llegó de la mano de mi esposo. Él había experimentado una transformación gracias al Reiki y al libro El Secreto, un regalo de una amiga. Algo dentro de mí me decía que ahí había un mensaje para mí. Decidí estudiar esos temas, y fue el primer paso hacia una transformación que no había anticipado.
Luego, descubrí las constelaciones familiares. Cuando las conocí, sentí que ese era mi camino. Me entregué por completo, asistiendo a talleres y sintiendo cómo cada sesión me liberaba. Me sorprendió ver cómo las cargas emocionales que arrastraba comenzaban a desaparecer. Mi entusiasmo fue tan grande que empecé a invitar a amigos y familiares, compartiendo la experiencia con ellos. No me di cuenta, pero ya no solo estaba sanando mi vida, sino también ayudando a otros a encontrar su propia luz.
Pero mi búsqueda no terminó ahí. Me formé en Reiki, subí de nivel y, durante este proceso, conocí a un ser muy importante en mi vida: Wenceslao Burgos, un guía espiritual. Sus enseñanzas me mostraron algo que ya intuía en lo más profundo de mi ser: mi misión es estar al servicio de los demás.
La vida me siguió guiando. Descubrí la Biodecodificación Cuántica, donde conocí a una compañera maravillosa con quien, años después, compartiría mis conocimientos. En plena pandemia, me sumé a la Diplomatura en Coaching para la Vida de Cinco Fuerzas, donde conocí a Gustavo Toretta, quien se convirtió en un colega y amigo del alma. Cada aprendizaje, cada encuentro, cada persona que apareció en mi vida fue una confirmación de que estaba avanzando en el camino correcto.
Y después de todo esto, llegó un giro fundamental. Me invitaron a formarme en una herramienta que transformó mi vida por completo. No lo dudé ni un segundo, dije sí con certeza. Durante ese proceso, acepté algo que había ignorado durante años: mi mediumnidad. Desde pequeña lo sentía, pero nunca lo había aceptado. Ahora, con respeto y amor, decidí abrazar este don, estudiarlo y profundizar en él. Hoy lo utilizo para ayudar a otras personas a sanar, conectando con ellos de una forma que nunca imaginé.
Hoy, después de muchos años de aprendizaje, puedo decir que todo lo que sufrí, tanto en mi infancia como en mi vida adulta, me llevó a encontrar la luz. Los desafíos y las pérdidas me transformaron en la persona que soy hoy. Esa experiencia me dio la fuerza para ayudar a quienes buscan sanar sus vidas. Mi historia no es solo mía, es un puente para aquellos que están listos para cambiar y mejorar. Esto es solo el comienzo.
Códigos sagrados: activando la energía del Universo
A lo largo de los años, he integrado diversas herramientas de sanación. Una de las más poderosas que quiero compartir es la práctica de los códigos sagrados.
Los códigos sagrados son secuencias numéricas que tienen una vibración energética especial, capaz de conectar con planos superiores para manifestar lo que deseamos en nuestra realidad. Son una herramienta transformadora que, si se utiliza con fe y convicción, puede abrir puertas hacia la abundancia, la sanación y la protección.
La práctica es sencilla pero profunda. Aquí te explico cómo puedes hacerlo:
- Elige un código según lo que quieras manifestar.
- Repite el número 45 veces en voz alta o escríbelo en un papel.
- Al terminar, di con convicción: "Dejo abierto el código sagrado [número] como lo doy por hecho. Gracias, gracias, gracias."
- Suelta el control y confía. El universo se encargará del resto.
Algunos códigos poderosos que puedes utilizar son:
897 – Dinero inesperado
71588 – Atraer clientes
900 – Salud
681 – Protección en viajes
El poder de esta práctica está en tu intención, en la certeza de que mereces lo que deseas. ¡Atrévete a probarlo y observa cómo la magia se empieza a manifestar en tu vida!
Mi camino sigue creciendo cada día, y me llena de emoción saber que más personas pueden encontrar su propia sanación. Si estás leyendo esto, no es casualidad. Es una señal de que estás listo para dar el siguiente paso. Estoy aquí para acompañarte en ese proceso.
Con amor y gratitud,
Romina Díaz.
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