martes 28 de octubre del 2025

Reflexión sobre una versión del empoderamiento femenino

Por Liliana Ronchi.

Reflexión sobre una versión del empoderamiento femenino
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El tema del empoderamiento femenino ha sido muy hablado en estos últimos años, y por eso no siento que sea necesario explicar a lo que culturalmente hace referencia.

Como mujeres, nos sentimos orgullosas de que se nos reconozca como empoderadas y admiramos a otras que también consideramos que lo son, pero

¿Alguna vez te sentiste agobiada por todas las cosas que pensás que tenés que hacer, o que tu entorno espera que hagas?, ¿sentís que muchas veces estás sola con todo lo que te pasa y nadie se da cuenta de que no estás bien? ¿O te preguntas por qué siempre sos la que ayuda, soluciona y está para otros, pero cuando te pasa algo a vos nadie te pregunta qué necesitas?

Reflexión sobre una versión del empoderamiento femenino

Bienvenida al grupo de las mujeres que pasaron de estar empoderadas a ser devoradas por esa misma imagen.

En algún momento de la vida, sea por ser fiel a la historia familiar o justamente por hacer todo lo contrario,  empezamos a desafiar nuestros propios retos, no solo con el entorno sino también con nosotras mismas y fuimos formando esa personalidad que hacia afuera se muestra como “ella puede todo”, y si bien internamente no siempre se siente así, cada vez vamos redoblando la apuesta y a la satisfacción personal por todo lo que hacemos, la va empezando a acompañar la “soledad del poder”,  y a la vez que no sabemos como parar sin devaluar esa imagen que logramos construir estamos cansadas y solas (aunque estemos rodeadas de gente).

¿Cuál es el punto entonces?

Aprender que eso no es empoderamiento, porque cambiamos unas creencias limitantes por otras.

El verdadero empoderamiento es avanzar conscientes de que:

  • Reconocer y respetar los propios límites, no es perder poder sino saber elegir qué batallas vale la pena librar y cuáles no,
  • Saber pedir ayuda y armar equipo no nos debilita, sino que nos da el poder de administrar mejor nuestros recursos,
  • Gestionar nuestras emociones, sin ocultarlas no es vulnerabilidad, sino reconocer nuestra propia humanidad como lo hacemos con las otras personas,
  • Poder mirarte al espejo, admirarte y agradecerte porque logras lo que queres, pero eligiendo tu autocuidado y disfrute, es valorar no solo tu vida sino también todos tus talentos.

Si te pudiste reconocer como integrante del club, te invito a este nuevo desafío de cambiar la forma de vivir empoderada.

Liliana Ronchi  

Coach Personal y Organizacional

Instagram: @liliana.ronchi

Mail: [email protected]

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