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Quienes tuvieron el privilegio de asistir, pudieron hacerlo por carretera, tren o navegando el lago Maggiore. En una de las islas Borromea (exclusiva región en la que tienen casa celebridades como George Clooney), allí donde está el castillo Borromeo, a 65 kilómetros de Milán, los vecinos decoraron las calles del pueblo de Anguera con los colores rojo y blanco, tonos del principado monegasco, y el azul del escudo de la noble familia italiana. El motivo, la segunda boda (esta vez religiosa) de Pierre Casiraghi (27), el hijo menor de Carolina de Mónaco, y la aristócrata y periodista italiana Beatrice Borromeo (29). En el privadísimo islote San Giovanni, donde pasa sus vacaciones el padre de la novia, Carlo Ferdinando Borromeo, conde de Arona e hijo del príncipe de Angera, se destaca una tupida vegetación y una distancia de 150 metros hasta la costa. El viernes 31 de julio, en el continente, los primeros invitados fueron recibidos con una calidez carente de pompa pero llena de glamour. Se ofreció un cocktail vespertino en jardines de hierbas aromáticas, plantas medicinales y huerto, y una cena en salones con paredes cubiertas por frescos renacentistas, de la fortaleza que domina la costa meridional del lago, propiedad de la Casa Visconti, adquirida en 1449 por los Borromeo.
La previa a la ceremonia fue de ensueño. Los primeros familiares que llegaron a esta localidad del norte de Italia se encontraron con una matrimonio (ya casados por civil la semana anterior en Mónaco) con un “outfit casual chic”. Beatrice lució un vestido largo de Alberta Ferretti de la colección Primavera/Verano 2015 en blanco y marfil, decorado con bordados y transparencias —valuado en 4.455 euros en el portal Netaporter—, y unas cómodas sandalias romanas planas, con un pelo rizado con un tocado con pequeñas flores; mientras que Pierre eligió pantalones y camisa blanca con una campera azul. Asistentes como Charlotte Casiraghi (con un vestido boho de la nueva colección de la firma española Zara) o Carolina de Mónaco (lució un mono de estampado floral, sandalias planas y pendientes XL), amenizaron con Tatiana Santo Domingo (apostó por Valentino, firma en la que su ya cuñada Beatrice Borromeo confió para diseñar su vestido de novia en la ceremonia civil), Andrea Casiraghi, Gad Elmaleh y los pequeños Sasha (hijo de Andrea y Tatiana) y Raphaël (Hijo de Charlotte y Gad). También habían arribado grandes amigas de la pareja como las modelos Eva Herzigova, Elisa Sednaoui, Bianca Brandolini y Alena Seredova, ex mujer del futbolista Pierluigi Buffon.
Más cerca de la ceremonia religiosa realizada el sábado 1, se la podía apreciar a Angera, la hija de 10 años de Isabella Borromeo (primogénita del conde: la tuvo con la modelo Marion Zota, su esposa) y de un rey del petróleo, el italiano Ugo Brachetti Peretti, matrimonio bendecido en 2005, en otra de las islas Borromeas; como a Paola Marzotto, madre de la novia (apostó por un vestido corto de cóctel) con su hijo Carlo Borromeo y la mujer de este, Marta Ferri (lució uno de sus coloridos diseños de falda rosa y corpiño amarillo con bordados). La princesa Carolina de Mónaco y sus hijas Charlotte Casiraghi y Alejandra de Hannover, recorrieron el lago en una pequeña embarcación. Luego, con un atuendo menos “playero” se reunieron con Gad Elmaleh y Andrea Casiraghi. Luego, la princesa Alejandra de Hannover dio otro paseo pero en compañía de sus primos Luis, Paulina Ducruet y Camille Gottlieb, hijos de la princesa Estefanía. Otros elegantes invitados fueron María Gabriella de Saboya, los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit de Noruega, y la directora de Vogue Italia, Franca Sozzani, acompañada por su hijo, Francesco Carrozzini, uno de los primeros amores conocidos de Beatrice Borromeo.
