Aunque comparten la misma profesión, el destino jamás los había cruzado en un set de grabación o en la vorágine de un rodaje. Giselle Itié cosechaba más de 15 años de trayectoria como actriz en Brasil, mientras Guilherme Winter daba un volantazo en su carrera abandonando el diseño industrial para dedicarse de lleno a la actuación. Y no fue hasta que el libro de “Moises y los 10 mandamientos” llegó a sus manos, que la pareja de la ficción bíblica éxito de Telefé comenzó a mirarse con otros ojos para escribir su propia historia de amor detrás de las cámaras.“Trabajé con muchísimos galanes pero esta fue la primera vez que me enamoré”, confiesa la esbelta actriz mexicana — Zípora— quien junto al galán que interpreta a Moisés volaron desde Río de Janeiro a la Argentina para participar del espectáculo “Fuerza Bruta” en el Centro Cultural Recoleta y, de paso, recorrieron Buenos Aires.
“El público argentino es muy cariñoso y sentimos un gran reconocimiento. Siempre tuve una proximidad con la cultura porteña porque tengo muchos amigos argentinos en Brasil. Adoro las milanesas con papas fritas, las empanadas y el ojo de bife. También el fútbol, soy un gran fanático de Messi. Es la tercera vez que vengo y me encanta la cultura del cine argentino, admiro a Guillermo Francella, Ricardo Darín y Arturo Puig. El clima me encanta porque en Río hace siempre mucho calor”, explica Guilherme con entusiasmo y Giselle, siempre sonriente, agrega:“Es mi quinta vez en Buenos Aires, es una ciudad hermosa y cautivante, San Telmo, Puerto Madero, el Malba... es todo soñado. Yo crecí con el dibujito de Mafalda desde chiquita y siempre me gustó la cultura argentina, es lo máximo. Nos encantaría conocer el sur e ir a esquiar a la nieve. Podriamos vivir en la Argentina tranquilamente”.
Antes de regresar a su país natal, la pareja, que lleva un año de relación, hace un parate en su atareada agenda y se confiesa en una distendida charla con CARAS donde revelan los secretos de su mágica historia de amor y los planes a futuro. “Celebramos nuestro amor todos los días”, coinciden.
— En 15 años de profesión jamás se habían cruzado...
G.I— No y por eso fue tan mágico lo que nos pasó ¡Igual que la historia de amor de Moisés y Zípora que es muy mágica también! Yo lo conocía como actor pero nunca me había tocado trabajar con él ni nos habíamos cruzado. Me enamoré y es la primera vez que me pasa algo así con un compañero con el que comparto set, a pesar de que tuve mucho pares románticos. Jamás me había dado un beso fuera de la escena con nadie. ¡Estoy enamoradísima! Es pura magia...
G.W— ¡Es la fuerza de Moisés! (risas)
— Compartieron largas jornadas de grabación y escenas románticas durante más de un año. ¿En qué momento empezaron a mirarse con otros ojos?
G.W— Trabajando teníamos mucha química pero uno siempre está concentrado en la escena. Cuando nos besábamos era todo muy profesional porque Giselle estaba en otra relación y el estudio estaba lleno de gente, el equipo técnico, maquillaje, etc. Realmente estábamos enfocados en el trabajo, el guión y en la posición de las cámaras para que saliera bien la toma. Después empezamos a estudiar la letra juntos en Casa de Gi y había mucha confianza. Era como si ya hubiéramos trabajado juntos.
G.I—El primer beso que nos dimos era seguido por una cachetada, entonces yo estaba muy enfocada y concentrada en eso la verdad... (risas) ¡Porque le tenía que pegar!
— Guilherme ¿Cómo conquistó a Giselle?
—No tuve que hacer nada especial, simplemente fui yo mismo. Tranquilo, amable, amigo de ella y todo se fue dando naturalmente. Nos fuimos enamorando simultáneamente, aunque ella fue la que me invitó a salir primero...
G.I— ¡Mentira, fue él! ¡Me invitó una noche a su casa a tomar sopa congelada!
G.W— Era una sopa casera con productos orgánicos que había preparado mi cocinera. Después fue ella la que me empezó a invitar a salir, a tomar una cerveza.
—Y en el día a día de la pareja... ¿Es tan galán como en la ficción?
G.W—¡Soy muy romántico! Le regalo flores y me gusta sorprenderla con pequeñas cosas y detalles, no importa el tamaño. La intención es la que vale.
— Esperaron un tiempo prudencial para blanquear la relación públicamente. ¿A qué le temían?
G.W—Teníamos muchísimo miedo porque Gi se estaba separando de su matrimonio y yo temía ser visto como el motivo de su separación y no tenía nada que ver con lo nuestro. Por eso siempre fuimos muy cautelosos al respecto y esperamos el momento adecuado para contarlo. Y una vez que lo contamos los fanáticos enloquecieron. ¡Todavía siguen un poco locos!
—Se han convertido en una de las parejas más famosas de Brasil y con el éxito de la ficción bíblica ahora también en toda Latinoamérica. ¿Cómo se llevan con la exposición?
G.I— Allá en Río las personas están muy acostumbradas de ver a los artistas caminar por la calle, es algo muy normal. Nos saludan, se sacan fotos y nos hablan de alguna escena que les gustó. A veces se mezcla un poco nuestra intimidad, a Moisés y Zípora con Giselle y Guilherme y me da un poco de cosa porque nuestra vida personal no es una telenovela ni una película, somos dos personas comunes. Igualmente, cuando se conoció la noticia de nuestro romance los fans estaban felices por nosotros, nos brindan muy buena energía y afecto.
—¿Se admiran mutuamente?
G.W— ¡Claro! Es muy divertido trabajar con ella, me da gusto verla actuar, siempre aprendo algo porque es una gran trabajadora. También es una persona muy simple, cariñosa con sus padres y toda su familia, con grandes valores. Cuando vi la manera en que ella trataba a sus papás quedé encantado. Y fisicamente.... ¡es una bomba atómica! Pero lo físico no es lo más importante porque eso no se sustenta. Lo que cuenta es la persona que hay dentro y es hermosa.
G.I— Podría quedarme todo el día hablandote de él, son muchas cosas las que aprendo. Él transmite mucho con la mirada cuando actua, no necesita hacer caras o gesticular. Además es una persona muy transparente en su vida, que trata bien a todo el mundo y me enamora su humildad.
—Guilherme es un galán y usted no se queda atrás. ¿Hay celos en la pareja?
G.I— A veces vamos caminando por la calle y las chicas lo miran. Y yo pienso por dentro: “Es mi novio, chicas”. Soy celosa, pero equilibradamente. Creo que es natural tener celos en la pareja, pero sin pasarse del límite normal. Con las fanáticas sucede algo natural que es el resultado del trabajo de Guilherme, asi que celos de eso no tengo para nada.
G.W— ¡Todo el mundo tiene un poquito de celos” Obviamente no puede ser algo posesivo ni enfermizo porque perjudica la relación. Ella es muy linda... ¡Y claro que voy a querer cuidar lo que es mío! (risas) Pero lo principal es tener confianza, seguridad, cierto equilibrio y respeto en la pareja, sino no funciona.
—Ambos tienen una figura privilegiada e incluso fueron invitados especiales de cuatro funciones del espectáculo “Fuerza Bruta” ¿Tienen alguna rutina de entrenamiento?
G.I— Él creció practicando deportes, sobre todo fútbol. Y yo hice siete años de ballet clásico y me encanta estar en movimiento, para mi es como una terapia que me hace muy bien. Y haber estado en Fuerza Bruta fue un gran sueño cumplido. Conozco el espectáculo desde hace 7 años cuando lo vi por primera vez en Nueva York y me encantó. Fue muy especial poder vivirlo juntos, estábamos como dos niños.
—Ya cumplieron un año de relación y no conviven. ¿Por qué?
G.W— Porque nos parece que todo se tiene que dar con naturalidad, paso a paso como lo fue nuestra historia de amor. No hay que apurar las cosas, sino todo lo contrario. Tomarlo con calma.
G.I— ¡Grabamos un año y medio de telenovela y compartimos más cosas dentro del estudio de filmación que si viviéramos juntos! Nuestra historia fue muy intensa en todo sentido y ahora estamos viajamos juntos para todos lados, no paramos un segundo. ¡Ni tuvimos tiempo de estar en casa!
—¿Fantasean con formar una familia el día de mañana?
G.I— ¡Claro, si no, no estaríamos juntos! Es algo natural. Pero estamos solo hace un año y trabajando muchísimo por suerte. Creo que este es el momento justo para enfocarnos en el trabajo y crecer como pareja y profesionalmente, ayudándonos mutuamente. Seguir enamorándonos.
—Después de finalizar las grabaciones de “Moises y Los Diez Mandamientos” ¿Han tenido propuestas para volver a trabajar juntos?
G.W— No, pero nos encantaria. Queremos hacer teatro juntos. Estamos buscando un libro y pensando en producirlo nosotros, nos entusiasma mucho la idea.
por Sabrina Galante.
Producción: Alicia Blanco.
Fotos: Marcelo Dubini.
Agradecimientos: JA! Comunicación, Centro Cultural Recoleta, Hard Rock Café, Fuerza Bruta, Ozono Producciones. Prensa Telefé.