Mientras una centena de turistas ingleses le rehuye a los veinticuatro grados de térmica en las piscinas de un lujoso resort en el corazón de Turks and Caicos -archipiélago de cuarenta islas con corales al sureste de las Bahamas-, a escasos metros y con vistas a un mar prácticamente desierto, Alejandro Fantino y su pareja, “Coni” Mosqueira, se deleitan ante semejante escenario natural frente a sus ojos. Con una sola valija entre los dos, algunas mudas de ropa liviana y abstraídos de sus teléfonos celulares en lo que duró su estancia en las idílicas costas del Mar Caribe, Alejandro y la modelo de Multitalent Agency se relajaron como hace mucho no lo hacían debido a sus demandantes compromisos laborales.
A pesar de los contratiempos de última hora que pospusieron la fecha inicial de sus vacaciones, como el delicado estado de salud del papá del conductor que hoy se recupera tras dos operaciones, la pareja voló el 24 de enero a los Estados Unidos y días después arribó a las paradisíacas playas británicas de las que son habitués celebridades como Lionel Messi y Leonardo DiCaprio.
Seducidos por el amplio abanico de deportes náuticos que ofrece la afamada isla Gran Turca, destino elegido en su mayoría por parejas de remotas partes del mundo en plan de "honeymoon" (luna de miel), Fantino y “Coni” combinaron descanso, aventura y confort en su justa medida. Ambos ligados al deporte desde pequeños y fanáticos de toda disciplina acuática, experimentaron cada una de las actividades típicas del lugar, tales como el snorkel, en un arrecife de coral que desciende hasta más de 2000 metros, y el buceo en aguas cristalinas con infinidad de peces de colores, especies y tamaños al que sólo se accede en barco. Sin despertadores ni alarmas que pudieran irrumpir con esa paz que tanto necesitaban, cada jornada en el paraíso comenzaba pasadas las 9 de la mañana con un desayuno frente al mar, y continuaba con un completo entrenamiento bordeando la isla de más de 230 kilómetros de playa.
Juntos o en soledad, la rutina de running fue sin duda uno de los planes recurrentes de la pareja, que cuando el clima no acompañaba no dudó en trasladar su rutina fit al gym privado de la Villa Italiana, refugio de lujo donde se alojaron durante toda su estancia dentro del complejo “Beaches”.
Aunque disfrutaban especialmente de los momentos de ocio para despejar la mente, cada día era distinto al otro y eso los motivaba a continuar sumando actividades recreativas como ejercicio aeróbico, incluyendo spinning y hasta clases de boxeo con un profesor de taekwondo. Mientras la oriunda de Bahía Blanca elegía la calma del mar para nadar durante horas por la mañana, como también la práctica de windsurf cuando el viento acompañaba, el conductor de “Animales Sueltos” se dejaba llevar por su afición por el golf tenis y la tranquilidad de la lectura. Si bien el espíritu deportivo acaparó gran parte de su estadía, no faltó excusa para alimentar el romanticismo en un lugar que se destaca por ser un destino por excelencia de luna de miel. Sacándole provecho a las comodidades de una villa privada al estilo italiano, Fantino organizó una cena gourmet con la complicidad del chef del lugar, al que le pidió recomendaciones para que fuera una noche inolvidable en agasajo a su novia. A solo unos metros de la habitación y frente a un muelle de madera digno de una postal, la pareja degustó un exquisito menú que incluyó la pesca del día, elegida especialmente por el conductor, y un buen vino recomendado de la casa.
Testigos de una noche cálida y estrellada, donde gozaron de la intimidad de la pareja en una atmósfera soñada, brindaron por aquel diciembre de 2017 donde el destino los cruzó en la reconocida disco Tequila. Entonces, obnubilado ante la belleza natural de “Coni” y tras una invitación a cenar a solas, no dudó en invitarla a Miami y desde ese momento jamás volvieron a separarse.
Si bien en Buenos Aires aún no apuestan a la convivencia, ya que Alejandro tiene su hogar en Zona Norte y Constanza vive en un departamento en Capital, se reparten equitativamente las noches para dormir uno en casa del otro dependiendo del día y los compromisos individuales. Afianzados desde hace más de un año aunque sin necesidad de precipitarse, Fantino transita un 2019 en el que planificar un hogar de a dos le resultaría prácticamente incompatible. Ya que además de conducir “Fantino 910” de 20:00 a 22:00 por Radio La Red y una nueva temporada de “Animales Sueltos” por América, planea comenzar la carrera de Licenciatura en Filosofía por las mañanas en la Universidad del Salvador, de Pilar. Por su parte, la esbelta rubia, acostumbrada a viajar al exterior y pasar tiempo lejos de la Argentina por su carrera de modelo, como cuando vivió en Turquía o en Inglaterra, hoy prepara las valijas para instalarse durante un mes en el exterior para seguir enriqueciendo su carrera.
Tras un 2018 abocado a la televisión como conductor del reality musical “Talento Fox”, la ex pareja de Miriam Lanzoni (38), con la que mantiene una excelente relación, pudo despejar la mente y recargar energías para el regreso a la ciudad. Pendiente de cada avance en el cuadro clínico de su padre, de 76 años, y viajando a San Francisco, Córdoba, cada fin de semana para acompañarlo en su recuperación, Alejandro prometió que una vez superado el mal trago y cuando le den de alta médica lo llevará de viaje al Amazonas para disfrutar juntos de una excursión de pesca. Renovado después de dos semanas de ocio y paseos en el exterior, con un stop por Miami y una visita express a los clásicos parques de Disney en Orlando, la pareja pudo concretar su deseo de vacacionar juntos por segunda vez. Invitados VIP del Sunset de CARAS en Punta del Este, donde recibieron la primera quincena del año (y donde oficializaron su incipiente romance en 2018), tomaron esta escapada de amor como un paso más dentro de un afianzado noviazgo. Una relación en la que la diferencia de edad, coinciden, es solo un número.