Lourdes Sánchez está feliz con las remodelaciones que le hizo al hogar que comparte con su pareja, Pablo "El Chato" Prada y Valentín, el hijo que tienen en común La bailarina comenzó casi sin querer al comienzo de la cuarentena. Al dedicarle más tiempo a la cocina se dio cuenta de que necesitaba algunas modificaciones para estar más cómoda y así empezó la transformación que luego llegó a cada rincón de la casa.
Finalizada la cocina, Lourdes la mostró en sus redes y contó: "Y ahora sí, con ustedes, mi cocina. la cocina que soñé y es el corazón de mi casa". Ahí se la ve a ella, hermosa, sentada sobre una de las mesadas del nuevo espacio en el que predomina el color blanco en paredes y mobiliarios, con una importante grifería, una isla, alacenas vidriadas, de estilo vintage y una puerta de dos hojas con vidrios repartidos que da al exterior.
La transformación también llegó al quincho que según ella misma afirmó era un espacio que no estaba bien aprovechado. La modelo acudió a un experto quien puso manos a la obra, según sus sugerencias, y, entre otras cosas, puso una enorme parrilla, pisos de porcellanato símil tablones de madera y muebles y estantes en gris, con una enorme mesa central en madera rústica clara que acompañan sillas de hierro combinadas con trenzas vintage en el respaldo y asiento. Las puertas ventana total glass dan al parque y amplían aún más el quincho y el baño, pequeño y súper moderno es el toque final para el lugar.
Después le tocó el turno al living al que le pusieron una salamandra ideal para calefaccionar en el invierno.
La casa cambió completamente y parece mucho más amplia con los colores claros y el diseño profesional que hicieron que cada espacio se pueda aprovechar al máximo.
Ahora, contentísima con el resultado, Sánchez continúa experimentando en la cocina y, lo que comenzó como un pasatiempo de cuarentena, se convirtió en un hábito cotidiano que disfruta cada día.
Así es el cuarto soñado de Valentín, el hijo de Lourdes Sánchez y el Chato Prada
Lourdes Sánchez y el Chato Prada decidieron remodelar el cuarto de Valentín. El pequeño de 4 años dejó de ser el bebé para pasar a convertirse en el hombrecito de la casa, quien estrenó su nueva habitación.
El espacio donde ahora duerme el niño cuenta con una cama tipo cucheta con biblioteca incluida. Esta tiene una combinación divertida de colores y, detrás de ella, la pared están cubierta de un empapelado simil noche de luna llena.