Esta semana, Jimena Barón anunció en sus redes que se iba de vacaciones a Europa, más precisamente a España, donde disfrutaría de unos días de relax con Morrison, su hijo, fruto de su relación con el exfutbolista Daniel Osvaldo, que al parecer le está dando varios dolores de cabeza.
Estando ya instalada en España, Jimena Barón contó que el primer día disfrutaron tanto de pasear por las calles españolas que ni siquiera se sacaron fotos, sin embargo, el segundo día parece haber sido más caótico y tuvo que encerrarse en el baño para encontrar un poco de paz.
“Que lindo viajar con hijos, dijo nunca nadie, vine a sentarme a un banco que metí en el baño”, cansada de la intensidad de Momo que está revolucionado con el viaje, Jimena Barón metió un banquito al baño, donde encontró refugio para tener un ratito a solas.
Como si eso fuera poco, Jimena Barón agregó: “Pide cosas cada dos segundos, que están en euros por supuesto, piensa que soy Papá Noel”, escribió la artista intentando explicar cuál era el motivo de su desgano, mientras se tomaba una bebida enlatada.
“Cuando diga MAAAA de nuevo, me tiro del balcón, estamos en el piso siete”, advirtió Jimena Barón al borde del colapso habiendo apenas empezado sus vacaciones. Afortunadamente luego pudo hacer un poco de meditación, lo que la habría ayudado a volver a su eje antes de salir del baño.
Si bien es una situación común entre quienes tienen hijos y pasan mucho tiempo con ellos, las vacaciones recién empiezan y Jimena Barón deberá armarse de paciencia para poder lidiar con este tipo de situaciones que en algunas oportunidades también le aquejan en Buenos Aires y lo sabe sortear de la mejor manera con su clásico sentido del humor.