Este sábado, Ginette Reynal estuvo como invitada en PH: Podemos Hablar y sorprendió con una difícil revelación sobre su pasado.
En un segmento del programa, en donde el conductor Andy Kusnetzof les pide a sus invitados que den un paso al frente ante una consigna, la exmodelo, fue al punto de encuentro al escucharlo decir: “Pasen al frente aquellos a los que la vida les dio una piña”.
En ese momento, Ginette hizo referencia a su marido, el polista Miguel Pando, quien falleció a los 50 años a causa de un tumor cerebral. “Mi piña es bastante conocida: es la muerte trágica de mi marido por cáncer de cerebro. Se murió en un año, en casa... Le armé todo un cuarto con toda su familia”, comenzó.
“Costó mucho porque yo elegí la negación. En vez de encarar el duelo, tirarme en una cama a llorar y ser una viuda, me dio mucho cagazo y me fui por otro lado: me zambullí a drogarme”, reveló.
“Consumía drogas duras, no es que me fumaba un porro. Y lo pasé mal, mis hijos la pasaron muy mal. Igual me rescataron mis hijos. Me sentaron un día y me dijeron: ‘Mamá, basta’. Tengo tres, Jerónimo era muy chico, y a él le tocó como la parte más jorobada porque tenía 14 años cuando pasó todo esto. Pero me agarraron los más grandes y me dijeron: ‘Mamá, basta'", dijo sobre el momento en que decidió terminar con su adicción. "Lo que hice fue recurrir a un amigo mío, uruguayo, que yo sabía que había entrado en los grupos... Empecé a ir a Narcóticos Anónimos. El primer mes que entré lloré todo lo que no había llorado, me blindé, me encerré, le conté a mis hermanos. Literalmente me encerré y no salí de mi departamento durante seis meses”, concluyó.