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Juliana Díaz compartió un video en sus redes sociales donde argumentó su deseo de estar en el Bailando 2023. La ex participante de Gran Hermano se muestra en el mismo muy simpática y cuenta por qué es una buena candidata para ser parte del certamen.
En el video que subió, la ex hermanita expuso todos los motivos por los cuales ella cree que le puede servir al ciclo conducido por Marcelo Tinelli, y agregó que siempre soñó ser parte del programa.
Juliana comenzó diciendo: “Hola, ¿Chato? Sí, dale. Ah, no. No es un teléfono. Escúchame una cosa, ¿Qué está pasando que no me llamaron del Bailando todavía?”. Luego sumó simpática: “Soy la primera expulsada de todas las ediciones de Gran Hermano, ¿Cómo no me vas a conocer?”.
“Me presento, mucho gusto, Juliana. Soy histriónica, simpática, me encanta bailar. Tengo un novio cordobés, ¿querés que vayamos los dos? Vamos los dos, sino voy sola. Pero escúchame… Telefe ya tiene a sus chicos, yo me la tengo que rebuscar, la tengo que remar. Toda mi vida dije: ‘Ay, Marcelo querido, yo quiero estar ahí, dándole picante, contenido”, argumentó "Tini" a su favor en el video.
Por último, la primer expulsada de todas las ediciones de Gran Hermano decidió suplicar por el llamado: “Llámenme, se los suplico, les mando muchos besos”. Si su sueño se llega a cumplir, podría volver a compartir ciclo con Coti, El Cone, Tomás Holder y Alfa.
¿Qué dijo Juliana sobre la producción de Gran Hermano?
Una vez fuera de la casa más famosa del país, Juliana reveló: "Cuando salgo de la casa, vienen los directivos a hablar conmigo y yo estaba hecha un fuego. Les dije 'no me pareció la manera', después me explicaron, entendí y me dijeron 'Sí tenés razón pero el formato es así'. Me dio risa porque me dijo '¿Vos querés ir al piso?' y yo lo miré y le dije '¿A vos te parece que quiero ir al piso? Yo si voy al piso ahora, hago un desastre así que te conviene que no me lleves'".
Sin embargo, lo que más sorprendió a los seguidores del reality fue lo que compartió a continuación: "Si bien yo tengo un contrato, eso no significa que yo no pueda hablar de mi experiencia y mis cosas. Obviamente que hay muchas cosas que yo me guardo por respeto. Pero bueno, no puedo decir más nada. No me molestó ni me dolió la expulsión. La psicóloga me dijo que llore si tenía ganas y yo le dije 'no tengo ganas de llorar'".
