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Stella del Carmen, la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith confesó que la popularidad de sus padres marcaron su adolescencia y no sabe lo que significa la palabra intimidad.
En diálogo con la revista española Vanity Fair, Stella habló de su vida y si bien agradece todas las oportunidades que eso le brindó, también dijo que no fue fácil transitar la infancia y adolescencia "Hay un nivel de intimidad y normalidad que ni mi familia ni ningún otro mediático puede acceder nunca", comentó su catarsis la joven modelo.
En la universidad escuchaba los comentarios de sus compañeros y la pregunta constante: "¿tu padre es Antonio Banderas?
Todo eso le produjo un aislamiento social, y su vida estuvo marcada por el asedio de la prensa y los fans que pedían fotos, selfies algo que a ella llegó a perturbarla mucho.
Incluso, una vez hizo un viaje con su padre a las ruinas de Machu Pichu, en Perú. Iba a ser un hermoso periplo entre padre e hija, un momento juntos y solos como nunca habían tenido, alejados del asedio de la prensa, pero un fotógrafo que se enteró de su presencia en el lugar, no paró de seguirlos durante toda la travesía. Lo que comenzó como un viaje mágico entre ambos, se convirtió en una pesadilla que acabó con las vacaciones soñadas y terminó llorando.
"No soy una desagradecida, todo lo contrario", dijo la joven y agregó: "Mi vida fue un regalo precioso y tuve muchos privilegios. Hasta tuve el honor de cenar en el hogar del presidente Barack Obama. Muy pocas personas pueden tener esa posibilidad".
Hoy la joven comienza a dar sus primeros pasos en el periodismo y sin duda alguna, su apellido la ayudó a encontrar el nuevo espacio laboral.
Para concluir, Stella manifestó: "Al terminar el día la presión externa me vence. No podemos elegir las circunstancias en las que nacemos".
