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Luego de la polémica que se generó por el Wanda Gate, la China Suárez viajó a Jujuy junto a sus hijos y Álvaro Morte (el profesor en La Casa de Papel) para continuar con las grabaciones de lo que será Objetos, su próxima pelicula.
En su visita a la provincia del norte, la actriz aprovechó su tiempo libre para recorrer el lugar junto a Magnolia y Amancio Vicuña.
La actriz compartió imágenes de su paseo por Purmamarca y Tilcara junto a sus dos hijos más chicos. Al parecer, Rufina se quedó en Buenos Aires al cuidado de Nicolás Cabré.
Según contó Maite Peñoñori en Los Ángeles de la Mañana, la actriz viajó en primera clase de avión con Amancio, y Magnolia viajó en clase turista acompañada por una de sus mejores amigas.
“Jujuy y alguna fibra que tocó en mí. Su música, sus colores, su energía. Volví a mi infancia en una noche. Colmada de recuerdos, imágenes. De mi papá y mi tío masticando coca y escuchando folclore en el living de mi casa. Una noche con mis hijos comiendo humitas y empanadas, escuchando música y entendiendo que nunca necesité más que eso para ser feliz” escribió la ex de Benjamín Vicuña en una de sus publicaciones de Instagram.
Mediante redes sociales Álvaro Morte también compartió imágenes en la provincia de Jujuy y más tarde compartió videos desde Iguazú, provincia a donde se dirigió luego de visitar el norte argentino.
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Benjamín Vicuña habló de las posibilidades de reconciliarse con la China Suárez:
Pasaron varios meses desde que Benjamín Vicuña hizo oficial su separación de la madre de dos de sus hijos (Magnolia y Amancio), la China Suárez y ahora el actor chileno eligió hablar del tema en la revista "Velvet" de su país natal. ¿Le abrió la puerta a una reconciliación?.
“Todos perdemos con una separación. Definitivamente todos perdemos. Pero como bien sabes, es una etapa que estoy viviendo a puerta cerrada”, dijo. Sobre una posible reconciliación con la China el actor dejó la puerta abierta: “Uno no sabe. Tampoco lo reflexionaría por acá. Son temas que se resuelven a puerta cerrada”, sintetizó Vicuña.
“A los 42 años, las penas y las alegrías se van sumando y en ese sentido es difícil. Si bien somos seres resilientes, abandonar un proyecto de vida, una idea, un compromiso, es muy duro. Es doloroso dejar niños y casa”, cerró.
FF
