domingo 15 de diciembre del 2024
CELEBRIDADES 30-01-2021 08:41

La increíble historia de Lucas Poggi: "La discapacidad no limita el placer sexual"

El nadador paralímpico y modelo profesional abrió las puertas de su intimidad. Galería de fotosGalería de fotos

LUCAS POGGI: SEXUALIDAD & DIVERSIDAD
LUCAS POGGI: SEXUALIDAD & DIVERSIDAD | Federico De Bartolo

Su historia siempre ofrece matices épicos que se convierten en verdaderos testimonios de autosuperación. Es imposible no recibir una alta dosis de fuerza esperanzadora y positiva cada vez que nos sumergimos en cada capítulo de su travesía. Lucas Poggi (28) es nadador paralímpico y modelo profesional.

Después de nacer le diagnosticaron mielomeningocele lumbar 3, (Espina bífida). ¿Qué quiere decir? Una vértebra no se terminó de formar y esto afecta a la médula espinal, por lo que no puede caminar, aunque sí tiene el control de la parte superior de su cuerpo. Pero eso no le impidió participar de los Juegos Parapanamericanos de Guadalajara 2011 y ganar tres medallas: dos de bronce y una de plata. Su primer Mundial fue en Glasgow (Escocia) y fue finalista del mundo.

En 2016 quedó a un segundo de la clasificación para los Paralímpicos de Río, mientras Olga, su mamá, luchaba contra un cáncer. En 2018, con la Selección, quedó entre los ocho mejores nadadores del mundo en la categoría S7 y logró clasificar a los Juegos Paralímpicos. En 2019 salió cuarto en los Juegos Parapanamericanos de Lima.

Su especialidad son los 100 metros espalda y sueña con llegar a Tokio 2021. En los momentos previos a que su querida madre falleciera, en 2017, él le prometió que iba a llegar a Tokio, y que lo iba a hacer en su honor. Pero además de nadar, Lucas tiene otra pasión: la moda. La vida lo llevó a desfilar para el diseñador independiente Eduardo Urquiza; en el Argentina Fashion Week; en el CARAS Glam y en el Buenos Aires Moda.

“Uno se prepara toda una vida para un evento paralímpico, este caso y en este momento estoy preparándome para los clasificatorios de Tokio. Tengo varios torneos en el 2021 antes de los Juegos Paralímpicos y ahora hice un cambio radical en la parte de entrenamiento de gimnasio y en la parte psicológica que seguro me darán nuevos aires para al fin lograr alcanzar mi sueño en Tokio, que comienzan en agosto—le dice a CARAS el nadador de la Selección Argentina de Natación Paralímpica—. Con respecto a la moda, presenté la línea de la temporada de verano de mi Cápsula Inclusiva ‘Lucas Poggi by Mariah Moda Social’. Ahora estoy trabajando en el tablero de dibujo con las prendas que saldrán en invierno donde quiero impactar con nuevos colores y diseños junto a la empresaria textil Mariah Schutz y su equipo”, agrega.

    Lucas, entusiasmado con su nuevo proyecto, asegura que lo que más le gusta es que los compradores de las prendas puedan elegir a qué Fundación donar el dinero obtenido de las ventas. “Las características de mi Cápsula es combinar la elegancia, el buen gusto y la practicidad para que todas las patologías puedan vestirse con más facilidad y a la moda. Con respecto a los desfiles, tengo varias propuestas no solo con mi Cápsula, sino también con otros diseñadores de primera línea”, dice. Además, Lucas cumplió un sueño, el de conocer a su ídola Carolina Ardohain, quien lo invitó a su programa “Pampita Online” emitido en NET TV. “Tuve la oportunidad de tener una charla con ella cara a cara. Hicimos una pasada al terminar la entrevista y me quedó un lindo recuerdo porque fui tratado muy amablemente. Además dejó que me luzca. También conocí a grandes de la moda como Matilda Blanco y Hernán Drago, y al sacar mi Cápsula he recibido elogios de Pancho Dotto y Nicole Neumann, además de grandes diseñadores. Espero seguir creciendo, aprendiendo para llegar a ser un referente de la moda”, agrega.

   Pero como su testimonio de vida es inagotable y revelador, Lucas Poggi recibió a CARAS junto a su novia Milena (24), con quien protagonizó una producción fotográfica súper sexy. Y el nadador, modelo y ahora diseñador y que además comenzará la carrera de Medicina, se sumergió en un tema tan privado como aleccionador: la sexualidad de una persona con discapacidad.“Mi novia trabaja en un restaurante y además es modelo freelance. Se desempeña muy bien en redes como Creadora de Contenido en Instagram y sueña con dar un paso en la moda. Estamos juntos hace tres años, pero nos conocemos desde que íbamos a la escuela primaria. Unos años después nos reencontramos por Instagram y charlamos muchísimo. Me acuerdo el día que nos vimos, estábamos re tímidos, pero ya estábamos conectados de alguna manera y fluyó todo muy bien. Hoy seguimos juntos y aprendiendo a la par”, explica.

   —¿Usted había tenido otras relaciones?

   —Sí, tuve relaciones anteriores y fueron todas diferentes. Lo que quiero acentuar es que, a medida que uno va creciendo, se va disfrutando más de la plenitud y el aprendizaje. No solamente en las cosas cotidianas de la pareja, también hay un interés en el aprendizaje sexual. No es lo mismo una relación a los 18 o19 años que ahora, donde me siento más firme en mis ideas y en el presente.

   —¿Cómo maneja el tema de la discapacidad a la hora de gustarse y  gustar?

         —Con el tiempo fui aceptando que el contenido debe ser mucho más que el envase. No reniego de la belleza humana, pero...¿te digo la verdad? Hoy con todo lo vivido, sentado en mi silla de ruedas siento que mido dos metros de altura y no tengo que envidiarle nada a nadie. Aprendí a quererme y a generar herramientas para ser un tipo auténtico.

   —Para algunos es difícil diferenciar entre la atracción de una mujer y el sentimiento de lástima y empatía que puede producir una discapacidad…

   —Yo sí puedo diferenciarlo. Ese sentimiento no lo provoca una discapacidad, lo provoca la ignorancia de quien te mira. Alguien inteligente ve unos bastones o una silla como un medio de movilidad, nada más que eso. ¿Acaso aquellos que ven a alguien andando en patines o en una patineta piensan que es una persona con discapacidad, o que los usa como medio de transporte? Porque yo también uso un aparato con ruedas.

—¿Tiene proyectos con su pareja, como pueden ser la convivencia, casarse, tener hijos? 

—Sí, en algún momento sucederán esas cosas. Algunas me llegarán antes que otras o puede ser que no, pero dejo que la vida siempre me sorprenda.

   —¿A qué edad descubrió el sexo?

   —Tenía 18 o 19 años. En ese entonces, al ser la primera experiencia, me encontré con muchísimas preguntas. No me animaba a hablar del tema sexual con nadie, hasta mis 21 años que tuve una charla con mi papá y decidí acudir al sexólogo y psicólogo Juan Carlos Kusnetzoff (el padre de Andy). El me ayudó muchísimo y esas herramientas que me dio en ese momento, las pude ir experimentando años después, hasta el día de hoy.

   —¿Cómo influyó en su vida sexual ser una persona con discapacidad?

   —Bueno, a mí me pasó que en mis primeras experiencias notaba algo raro, como que no terminaba de conectar con mi cuerpo. Por una cuestión de desconocimiento y práctica me terminé dando cuenta de que, de la lesión para abajo, no tenía sensibilidad. Eso me provocó una gran depresión porque en ese momento entendía al sexo como que era solo penetración, y la verdad es que no lo estaba disfrutando. Por eso mismo, el doctor Kusnetzoff me ayudó mucho, además de que fue la primera vez que visitaba a un sexólogo. Estaba lleno de vergüenza. Esas herramientas me permitieron entender después de años la diferencia entre sexo y sexualidad, y que la penetración es sólo una parte de ella. La sexualidad es muy amplia y puede ser vivida plenamente. Hay que explorar y no quedarse en lo básico.

—Desde su propia experiencia, ¿considera que a las personas sin discapacidad les cuesta comunicarse sexualmente con quienes sí tienen una diversidad funcional?

—Mirá, primero te digo que me gusta que utilices el término “Diversidad Funcional” porque es algo que quiero promulgar también. Por otro lado, siempre digo que hay que consultar a un sexólogo. Desde mi primera experiencia hasta el día de hoy no paré de consultar a profesionales e investigar sobre la relación entre los lesionados medulares y la sexualidad. Si hablamos de comunicación en la pareja, hay un porcentaje muy bajo con ese tema. Menos del 20 por ciento de las parejas habla de sexo. Estoy convencido de que la sexualidad se construye. Con Milena eso lo fuimos construyendo y aún seguimos aprendiendo. La sexualidad se termina cuando te morís (Risas).

   —¿Cómo funciona la sexualidad en una pareja en el que uno de los dos tiene una discapacidad?

   —Es sumamente fascinante lo que se vive desde el lado de la Diversidad Funcional cuando tenés una pareja que no posee una discapacidad. Te explico el motivo: Mi lesión solo afectó parte de mi cuerpo, ¡pero no la creatividad! Cuando se toma conocimiento de eso, no solamente sos capaz de tener sexo sino que empezás a desarrollar la sexualidad con mayúsculas. Vas por otros caminos y siempre te encontrás con cosas nuevas. Sabés que al tener afectada la sensibilidad, te empezás a conectar con la parte con la que “Sí” sentís. A mí me pasó y le puede pasar a todo el mundo.

   —Desde su experiencia y con su tipo de discapacidad, ¿Cómo es la mecánica sexual? ¿Dónde está puesto el foco?

   —No hay una mecánica sexual estipulada, pero creo que la mejor dinámica son la comunicación y la creatividad. Cuando una pareja puede desarrollar eso, desde mi punto de vista todo es más divertido. El foco creo que está puesto en el destino pero nunca en el viaje. Me refiero, por ejemplo, a la eyaculación. Y que si eso no sucede está todo mal. O que si no se logra la erección es el final de todo y no se puede continuar con la relación sexual. Por eso creo que la sexualidad va por otro lado.

   —¿Siente placer sexual o desarrolló alguna compensación de esa sensación?

   —Siento placer sexual desde que me propuse alejarme de la creencia de que mi lesión me estaba limitando a disfrutar. Sí, es algo que busqué porque sabía que tenía que compensar la falta de la sensibilidad y desarrollar otros sentidos que algunos pueden desarrollar más que otros. Lo aconsejo para los que creen que el sexo es sólo penetración. Cada cuerpo es distinto a otro y es un camino de exploración infinita. ¡Hay que consultar a un especialista!

   —¿En qué se modifica tu imagen ante la mirada de los otros?

   —La imagen que devuelvo es positiva y estoy viendo que en el camino que transito en el deporte, en la moda y la parte social no me limita para nada. Me siento conectado universalmente con las personas correctas, en donde creo que mi imagen hace invisible la silla de ruedas y hace más profundos los vínculos. Noto que es un gran termómetro lo que transmito después de cada entrevista: me llegan muchos mensajes sobre consultas y buenos deseos, y eso para mi es un motor muy importante. Una señal de que estoy haciendo bien las cosas.

   —Siempre hablando de su caso y en lo que respecta a su Diversidad Funcional… ¿Cuándo se empezó a conectar más con su cuerpo y con aquello que sentía, y en qué momento dejó de lado todo lo que lo había limitado?

   —No hace mucho. Antes, si yo tenía alguna relación sexual no le contaba a la otra persona lo que me pasaba, por miedo al rechazo. Era padecerlo y al final cargar con una mochila. Eso me llevaba a pasar un mal momento y a la otra persona, quizás también. Con el tiempo empecé a “largar” todo esto y verlo como una manera de concientizar. Ahora hablo sobre mi condición y lo hago extensivo a muchísima gente que está en la misma situación. Hoy no tengo miedo ni vergüenza.

   —¿Hay solo una sexualidad o son “sexualidades”, múltiples vivencias que van cambiando, incluso en la misma persona y en diversos momentos de la vida y con distintos vínculos afectivos y sexuales? 

   —Para responder esta reflexión, lo voy a resumir con colores. Cuando uno es muy joven e inexperto considera que los colores son blancos o negros. Pero después, con el paso del tiempo, descubrimos que se nos aparece una paleta muy amplia de colores. Considero que esa paleta representa las herramientas que utilizamos a la hora de vivir y disfrutar de la sexualidad.

   —¿Cuál es su testimonio y mensaje para tantas personas que pueden estar inhibidos o paralizados por la relación entre discapacidad y sexualidad?

   —Lo más importante es hablar con especialistas en el tema y dejar que nuestros cuerpos se expresen. Tenemos capacidad de amar y que nos amen, y un cuerpo lleno de zonas erógenas. Hay que conversar con gente que sabe. En mi caso me han dado muchas herramientas para seguir creciendo, como lo hizo el doctor Juan Carlos Kusnetzoff, además de la doctora Bárbara García y el psicólogo/sexólogo Patricio Gómez Di Leva.

   —Usted destaca la importancia de expresiones como “Diversidad Funcional” y “Paraorgasmo”…

   —Sí. “Diversidad Funcional” es un término que se empezó a utilizar hace quince años por Javier Romañach, un activista español y defensor de la Diversidad Funcional. Él estaba convencido de que lo que hace que alguien no logre vivir una vida independiente no está en la persona con esa diversidad, sino en el entorno que no da las oportunidades necesarias como para que ella se          desenvuelva mejor en el día a día. Concuerdo totalmente con ese concepto. No solo que me parece acertado el término “Diversidad Funcional”, sino que ayuda a construir herramientas verbales para mejorar el vocabulario a la hora de hablar sobre el tema. Con respecto a la expresión “Paraorgasmo”, cuando la escuché me pareció fabulosa. El “Paraorgasmo” es un orgasmo que no se centra en la genitalidad. Para mí es un modo de redescubrir el cuerpo y explorar aquellas zonas erógenas que nos pueden dar mucho placer. Estoy seguro de que el término les da a muchas personas con Diversidad Funcional la tranquilidad de que, explorando, pueden disfrutar de la sexualidad.

   —¿Qué diferencias destaca entre Genitalidad y Sexualidad?
   —Entre un concepto y otro hay una brecha enorme porque la Genitalidad se reduce al sexo genital y, como he dicho, es solo una parte de la Sexualidad. Es centrarse en el árbol sin ver todo el bosque. Por eso mismo, explorar y conocer la paleta de colores que brinda la sexualidad, es fabuloso.

   —¿Cómo fue la primera relación íntima con su novia? ¿Mucho estrés?

   —No sé si llamarlo estrés. Fue un momento muy lindo que se vivió con mucha soltura y plenitud. De aquel entonces al día de hoy mejoramos mucho la conexión y la piel, porque fuimos aprendiendo y probando cosas nuevas en todo este tiempo. Lo fundamental es tener comunicación.

 

Producción: Sol Miranda

Fotos Fede De Bartolo

Asistente de Producción Martina Santamaria

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