Llegó el día tan esperado por Florencia Peña y Ramiro Ponce de León donde ambos se unieron en matrimonio en un lugar soñado: Cafayate. Los Valles Calchaquíes se impregnaron del amor de la pareja y sus seres queridos que acompañaron la emotiva ceremonia.
Florencia Peña lució un diseño de Camila Romano: "Vestido con corte sirena, cola y escote profundo. Espalda con breteles bordados a mano. El género del vestido es guippiure de algodón con efecto calado. Está confeccionado en transparencia color nude para resaltar los dibujos de la trama y generar un efecto boho para una boda al aire libre", expresó en exclusiva para REVISTA CARAS, su diseñadora
"Otro detalle es que tiene las mangas largas desmontables del mismo género que se aprecian como una capa para la ceremonia", agregó Camila Romano en su descripción.
Por su parte, el novio, eligió un traje relajado, sin corbata de Cynthia Martos en tonos camel con una camisa de lino Off White y un chaleco al tono del traje. Ramiro Ponce de León se vistió a tono con los tres hijos de Florencia Peña, Juan Otero, Tomás Otero y el menor, el hijo que tienen en común, Felipe Ponce de León.
Los hijos de Flor Peña lucieron zapatillas blancas de Fausto Milano y el novio llevó puestos zapatos de Pizzoni.
"El detalle del look de los hijos mayores fueron los accesorios con cadenas plateadas y doradas de The urban concept", afirma la fuente.
La ceremonia se llevó a cabo en el Hotel Boutique "Altalaluna", donde los novios se hospedaron desde el viernes 18 de noviembre. Claudia Villafañe fue una de las invitadas principales, ya que se ocupó del catering del gran evento que tendrá la segunda parte en Buenos Aires.
"El pelo y make up de Nano Maldonado. la idea del make up fue respetar los tonos tierra resaltando los rasgos de Florencia y pelo recogido tirante con raya al medio y rodete medio bajo", asegura el entorno de Flor Peña.
Cómo fue la previa del casamiento de Flor Peña y Ramiro Ponce de León
Los novios llegaron a Cafayate el viernes 18, para poder recorrer el lugar en familia y estar pendientes de los últimos detalles de la organización y la decoración del lugar. Flor Peña practicó su llegada y el camino hacia el altar acompañada de amigos.
Ramiro conoce el lugar mejor que nadie ya que es oriundo de Salta y como no podía ser de otra forma, el casamiento tenía que celebrarse en su provincia natal, con los cerros como testigos del amor que sellaron.