Sofia Sola tiene cara de muñeca, mide 1,71, tiene ojos verdes y una frescura inalterable. Es hija de Maru Botana, la cocinera que en los noventa revolucionó la gastronomía televisada, y de Bernardo Sola, un ingeniero agrónomo. Cuando era chiquita, Sofia salía a vender los brownies que hacia su mamá por el barrio cerrado Pacheco Golf. Su entonces vecino, Ricky Sarkany, el zapatero más visionario y famoso de la Argentina, era en ese entonces su comprador principal. Hoy en día, juntos acaparan el mundo de la moda, ella como modelo y él presentando su nueva cápsula.
“Mamá, quiero ser modelo”, le anunció Sofía a Maru en abril, después de divertirse haciendo fotos para promocionar en Instagram la marca de ropa de una amiga. “Quiero tener mi plata”, agregó sobre esas ganas, tan típicas de la adolescencia, de probar cómo sabe la independencia. “Nacida para ser madre” Maru le contestó con un intuitivo “me parecía que tenías ganas de ser modelo” y la apoyó. “Pero le sugerí que pruebe con una producción de fotos en serio, para ver si realmente le gusta. Es como aquel que dice: ‘me gusta la cocina’, pero para confirmarlo tiene que pasar un buen rato entre el calor de los hornos y yendo de acá para allá. Para ser modelo, es lo mismo: hay que pasar frío y probar mil looks”, reflexiona la cocinera desde Mendoza, donde acompaña al doctor Abel Albino en una actividad solidaria.
Así fue como el sábado pasado, a Maru se le prendió la lamparita: “¿Por qué no le escribís a Ricky? Él te ama”. Y eso hizo Sofi. Le mandó a Sarkany un mensaje hablándole de sus ganas de lanzarse como modelo y obtuvo una respuesta positiva en minutos –“Venite el miércoles”–, que llegó con una dirección y un horario. “Me dijo que serían quince minutos, pero me quedé dos horas haciendo fotos a full”, cuenta Sofía sobre el shooting que protagonizó para el lanzamiento de la colección cápsula Reset. Fue entre hoodies, zapatillas y joggers sastreros de seda lavada, entre otros ítems. “La pasé bomba”, detalla. Y da cuenta de una simpatía que habla de la más parecida a Maru de los ocho hijos Sola Botana que se completan con Agustín (21), Lucía (19), Matías (17), Santiago (14), Facundo –murió en septiembre de 2008–, Juan Ignacio (11) e Inés (9). “Veo fotos de mi mamá a mi edad y, físicamente, ¡somos iguales! Sólo que ella es más petisa y tiene más rulos. Además, soy extrovertida, como ella. Caigo a un lugar y hablo mucho”, ríe Sofía y cuenta que no está de novia.
“Cuando era chica y venían a sacarnos fotos yo me quedaba un rato más charlando con los fotógrafos. Me re divertía todo eso. Después hubo un tiempo, en la pubertad, cuando me sentí más insegura. Ahora me digo: ‘Sí, Sofía, tenés que ser modelo’”, apunta con naturalidad. “Me ponés una cámara y ¡no soy yo!: poso re seria. Parezco más grande. Después, cuando me veo, me tiento de risa. La de las fotos no es esta chiquita con la que estás hablando”, agrega con plena conciencia de que está empezando en el modelaje. “Soy una principiante”, asegura y cuenta que por ahora no tiene, ni buscará agencia. Se apoyará en su mamá y los contactos que se puedan ir abriendo. ¿Qué opina su papá de todo esto? “Por ahora está calladito. Pero por las dudas, cada vez que mamá manda una foto de la producción al grupo ‘familia’, le digo: ‘No, mamá. Mandámela directamente a mi’”, comenta entre carcajadas.
“Sofi siempre tuvo carácter fuerte y estuvo bien plantada. Sabe muy bien lo que quiere. Me marcó el camino muchas veces... Siempre fue muy Susanita, como yo. Además, hace unos años descubrió que le gustaba cuidar su cuerpo y hoy es una bomba. De a poquito fue perfilando y me dijo que quería dedicarse a esto. Además, canta muy bien y le gusta la actuación”, agrega Maru y está contenta con poder abrirle las puertas a su hija, siempre cuidándola desde cerca y explicándole dónde termina el juego y empieza el trabajo profesional. “Confío en ella porque es madura, positiva y responsable. Mis hijos son chicos que cuentan. Eso es muy importante”, apunta la cocinera sobre un mundo dónde hay que saber cómo moverse para no perderse. “¿Qué mejor que arranque con Ricky? Sé que está cuidada”, resume Botana, orgullosa de esa “hija del medio” que se lanza al mundo.
FF