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La cita fue en la confitería del Palacio Duhau. Llego sin maquillaje, y un conjunto color crema con short y botas texanas. Prometió contar su verdad y aceptar todas las preguntas. Pidió una agua mineral y habló de su alimentación sana y de su cercanía a la cultura del bienestar emocional, físico y mental.
Su manager, Mauricio Catarain, la acompañó a nuestro encuentro pero se mantuvo al margen de la entrevista dejándonos solos. ( Un gesto de nobleza y honor periodístico). No le molestó hablar de sus ex romances pero se sintió incómoda al reconocer que algunas de sus parejas se subieron a su fama y popularidad.
Me sorprendió su humor y su naturalidad al hablar de sus pasiones y su sexualidad. Se reconoce “un volcán escorpiano” y se ríe de los que creen que es gélida y distante. Nicole es enigmática pero sólo cuando está agazapada.
Frente al grabador y cuando se entrega a la confianza, provoca empatía. Nos reímos muchas veces, jugó con el doble sentido y estuvo atenta a contar su nueva vida. O al menos, la vida que tiene ganas de contar ( y de vivir ).
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