Puig Scandal: una fragancia que invita a subir al ring

Hay fragancias que necesitan un marco especial, un espacio adecuado para resaltar aún más sus matices. Es por eso que la sala principal de la mansión Alzaga Unzué, en el hotel Four Seasons de Buenos Aires, se transformó en un ring de boxeo perfecto para el rodaje de la nueva campaña local de Scandal Pour Homme de Jean Paul Gaultier perfumes. 

La mítica Robe, el short de boxeador, el cinturón del campeón y Scandal pour Homme son la conjunción perfecta y el aroma del éxito a través de esta fragancia amaderada oriental, cargada de modernidad. Un boxeador tiene, sin duda, el aura de un rey. Un boxeador es mucho más que los golpes sobre el ring.

Los actores Benjamín Alfonso, Nazareno Casero, Tucu López y Cachete Sierra fueron los elegidos por la marca Jean Paul Gaultier perfumes por sus perfiles transgresores, atrevidos y provocadores para encarnar a los boxeadores del universo creado para el lanzamiento del nuevo perfume Scandal Pour Homme, inspirado en el aura del rey del ring.

Los mejores golpes de la fragancia 

Para su creación, los perfumistas Quentin Bisch, Christophe Raynaud y Natalie Cetto partieron de la idea de un perfume que fuera un juego, como todo lo que hace Jean Paul Gaultier. ¿El resultado? Una fragancia amaderada oriental cargada de modernidad y que invita a subirse a un ring. La idea era comenzar a través de una suerte de “gancho” de frescura de la salvia y de mandarina, un extracto de la fruta completa, incluidas la pulpa y las pepitas. Esa es la salida.

Después, llevaron ese uppercut “hasta el contacto” de una sobredosis de haba tonka adictiva. y, finalmente, subieron a este ring a un vetiver sensual, que busca la fuerza vibrante de un tronco recién cortado. Entre estos momentos a pura tensión, se libra el combate de un perfume capaz de boxear en todas las categorías.

El frasco de Scandal, combate de amor

Casi un autorretrato de este boxeador creado por Jean Paul Gaultier: lujoso, sólido, imponente y límpido, como un ring de boxeo. Sin embargo, no es del todo cuadrado. Es el escenario de un combate diferente. Su tapón es la corona del campeón, aunque en este caso no se trate de un rey tradicional. Aquí se envuelve de la extravagancia rebelde de un Freddy Mercury. 

La historia contada a través de un estuche

La caja que condensa el alma del boxeo. Es de un terciopelo rojo mezcla de carmín, burdeos, rubí o granate. Un grito de vida y deseo. Una simple caricia es suficiente para volverlo todo incandescente. La mano se posa buscando el contacto inmediato. Es un directo a los sentidos. Un estuche que cuenta una historia. A través de esta nueva campaña, Jean Paul Gaultier invita a alzar esta corona todas las mañanas.

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