La reina Isabel II (94) confesó a sus allegados más íntimos que cada día está más orgullosa de su nieto William (37) y de su esposa Kate Middleton (38). Según la monarca, los duques de Cambridge son un ejemplo a imitar sobre todo en épocas de crisis como la que está atravesando Inglaterra a causa del COVID 19. Lejos de quedarse quietos, sin colaborar con la gran crisis sanitaria y económica que vive el pueblo, la pareja continúa su trabajo desde su casa y, ahora también saliendo en contadas ocasiones para visitar asilos de ancianos, empresas relacionadas con la actividad sanitaria y hasta algún hospital. Su última aparición por sorpresa la hicieron en el programa de televisión solidario “The Big Night In”, de la BBC One, donde se sumaron al aplauso de apoyo para todos los trabajadores que siguen activos en época de pandemia. Cuyo principal objetivo era recaudar fondos para los afectados por el coronavirus. También participaron activamente, a las 20 horas, de la ya impuesta costumbre de los aplausos para los médicos, enfermeros, farmacéuticos, trabajadores de los supermercados, policías y asistentes, “Clap for Carers”, que en Londres se realiza los jueves.
Con una gran sonrisa que aseguran le enseñó Isabel II (aunque ella nunca muestra la suya), Kate lució más Kate que nunca. Con un vestido abierto adelante de “Ghost London”, con falda a la rodilla, con volado, en azul casi lila con estampado de rosas, en un estilo romántico, cautivó a todas las inglesas. Inmediatamente dicen que las mujeres “murieron” de admiración por ese outfit, tan sencillo como impactante. Y la elección del color no fue casual, ya que llevó el color azul del Servicio Nacional de Salud (NHS).
A la mañana siguiente las ventas on line de la tienda John Lewis que lo ofreció con hasta un treinta por ciento de descuento, a unos 112 dólares, colapsaron. Y la alicaída economía de la casa de moda se recuperó rápidamente. Sin lugar a dudas fue un guiño de Kate para activar las ventas de una industria que, dicen, en Inglaterra está a punto de quebrar.
Muy orgullosa, Isabel II volvió a decir que por algo es su “nieta” preferida, ya que ella aprendió muy bien de sus consejos. Y más aún creció su orgullo cuando se enteró que todo lo recaudado por esa firma fue donado al Servicio Nacional de Salud.
“Un buen miembro de la Casa Real británica debe estar siempre dispuesto a ayudar a quienes más lo necesiten. Dispuesto a cumplir con su trabajo solidario. Y la duquesa lo ha hecho admirablemente. ¡Hoy es un ejemplo a seguir!”, confió la reina en la intimidad. Aceptando quizás, que aunque nunca fue de estar pendiente del mundo fashion, comprendió que es una industria que mueve millones en el país y en el mundo. Y que, encima, sirvió para hacer solidaridad y aportar dinero en este duro momento que vive el mundo.