Pampita y Pico Mónaco: finde hot en Ibiza

Velocidad, astucia, oportunismo. Virtudes que hacen a la esencia del ser humano, y que en momentos límites pueden aflorar recargadas. Si la virulenta historia amorosa de Carolina "Pampita" Ardohain con "Nacho" Viale tuvo un inevitable Game Over, sus protagonistas debieron reorganizarse y direccionar su instinto en busca de otros horizontes. Una supervivencia emocional que "Nacho" ya tenía asegurada en brazos de quienes muchos llamaron la tercera en discordia, la modelo cordobesa Lucía Pedraza. ¿Y "Pampita"? Lejos de quedarse de brazos cruzados, la carismática modelo también tenía su coartada. Con cartas escondidas, pero no por ello menos efectistas, su relación con el tenista Juan Mónaco comenzó a ser cada vez menos circunstancial. Estimulada por su círculo íntimo de amigas, quienes ven con excelentes ojos que se enganche con “Pico”, Carolina fue construyendo de a poco su nido de amor. Primero se dijo que estuvieron juntos en Miami, cuando Mónaco jugó el Abierto de esa ciudad; después, ella tuvo un misterioso viaje a Tandil de dos días en el que se habría visto con él. También hubo un intrigante fin de semana de la modelo en España, mientras él competía en el Abierto de Madrid. Y ahora, en los albores del torneo de Roland Garros, la pasión volvió a ganarle a la razón. "Pampita" le informó a su ex pareja, Benjamín Vicuña, que le dejaría a sus tres hijos por una semana, desde el pasado miércoles 11 hasta el 18. "Me voy de viaje afuera", se limitó en informar. Un viaje que la encontró estos días en Ibiza, España, ni más ni menos que compartiendo románticos momentos con el tenista tandilense.

Como aprendiendo de anteriores experiencias, "Pampita" no habla ni insinúa nada acerca de su nueva relación. En las redes sociales sube fotos en las que se la ve sola o con circunstanciales amigos del mundo fashion, aunque la realidad sea otra. Refugiados en la casa del representante de futbolistas e íntimo amigo de "Pico", Marcelo Lombilla, la pareja vive a su manera el verano ibizenco. El tiempo no abunda, porque Mónaco no puede descuidar su preparación con vistas al Grand Slam que se jugará en la capital francesa. Por eso, cada minuto vale oro, y así lo aprovecharon a conciencia este fin de semana. Las playas de Las Salinas fueron el lugar elegido para aislarse del mundo y conocerse cada vez más. Una historia que promete más, y que no descarta próximos y picantes episodios en la romántica París.

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