Compartí esta nota
Letizia Ortiz y su presunto vínculo con Jaime del Burgo, es un episodio del pasado que ha resurgido con una fuerza inusitada. Lo que parecían que iban a ser meses tranquilos para la monarca, de un día para otro, todo se vino abajo.
Su imagen había experimentado una metamorfosis positiva ante la mirada pública, pasando de una percepción inicial como distante y calculadora a una figura más cercana y accesible, se encontraba al borde de cerrar un año extraordinario, pero apareció Jaime del Burgo con revelaciones que han sacudido los cimientos de la Casa Real.
Según su testimonio compartido con Jaime Peñafiel, su relación con Letizia se remonta en los inicios del nuevo milenio, cuando su camino se cruzó con el de la entonces presentadora de televisión. Lo que comenzó como un encuentro casual pronto se convirtió en un romance, aunque en aquel entonces, la comunicadora aún no había cruzado el umbral hacia la realeza.
Los planes de un futuro juntos se vieron truncados cuando Letizia decidió comprometerse con el Príncipe Felipe. Años más tarde, cuando ambos se encontraban en momentos de cambio en sus vidas, el destino pareció ofrecerles una segunda oportunidad. En medio de un matrimonio que la periodista encontraba cada vez más opresivo, surgió la idea de buscar la felicidad en otro lugar y formar una familia mediante gestación subrogada en Estados Unidos.
Jaime Peñafiel, conocido por sus investigaciones sobre la realeza española, arrojó luz sobre los detalles de este proyecto, que incluía la firma de documentos legales y contactos con potenciales madres gestantes. La viabilidad de este proceso en suelo estadounidense abría una ventana de esperanza para Letizia y Jaime del Burgo en su búsqueda de la paternidad.
Estos planes nunca llegaron a materializarse por completo, y el destino tomó un rumbo diferente con la llegada de Leonor y Sofía, las hijas de Letizia Ortiz y Felipe VI.
AM
