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La semana pasada, Britney Spears tenía la esperanza de que por fin la justicia la liberara de la tutela de su padre quien le maneja su vida y su fortuna. Sin embargo, una jueza de Los Ángeles denegó el pedido de la cantante y por lo tanto James Spears continuará administrando la vida de su hija y su dinero que asciende a más de 60 millones de dólares.
Fue en el año 2007 cuando Britney Spears atravesó el momento más oscuro de su vida, lo que hizo que su padre tome las riendas para salvarla del infierno en el que estaba sumida, en el que predominaban los excesos de drogas y alcohol.
Al año siguiente, James consiguió la tutela legal y a partir de entonces tomaba todas las decisiones concernientes a la vida de la cantante, incluso administrar su dinero.
Britney Spears valoró la intervención de su padre quien según sus propios dichos, le salvó su carrera y su vida. Pero eso ya pasó.
De aquel entonces, transcurrieron 12 años y la artista está absolutamente convencida de que ya puede manejarse por sí misma y recuperar su vida por completo. Por tal motivo realizó una demanda contra su padre para que interrumpa la tutela, a pesar de que en agosto un tribunal tomó la decisión de prorrogarla hasta principios de 2021.
Britney Spears ahora volvió a caer en una depresión al enterarse de la noticia. Ella quiere ser la dueña de sus decisiones y además asegura que le tiene miedo a su padre y que mientras él sea su tutor, ella no retomará su carrera artística.
El próximo 16 de diciembre habrá una nueva audiencia en donde Britney Spears tendrá la posibilidad de exponer sus reclamos
