A la princesa Diana la sintieron muy presente en los primeros días de vida de Archie Harrison, el hijo de Harry y Meghan Markle. Los nuevos padres la recordaron en todo momento, como en la primera foto del pequeño, en donde se podían apreciar las flores favoritas de la fallecida princesa y la sorpresa se dio cuando uno de los primeros parientes en conocer al niño fue Lady Jane Fellowes, hermana de Diana y una de las personas más presentes en la vida de Harry.
La tía de Harry fue de las primeras invitadas a conocer a Archie, según contaba en redes Robert Jobson, persona autorizada a hablar de las relaciones familiares de los Spencer-Windsor."Lady Jane Fellowes, Lady Sarah McCorquodale y Earl Spencer han sido informados y están encantados con las buenas noticias", afirmaron ni bien arribaba a este mundo el pequeño.
Los tres Spencer que les quedan a Guillermo y Harry, que siempre estuvieron más unidos al menor, juraron, cuando se produjo la muerte de Diana, proteger a los dos niños hasta donde les fuese posible y cumplir con la misión que su madre siempre tuvo con los dos hermanos: que pudiesen disfrutar, en lo posible, de una vida normal.
Ahora, la obsesión de Harry y Meghan por proteger la intimidad y la vida corriente de su bebé Archie, parece la continuación de esa misión que se pusieron los Spencer, con Diana a la cabeza y que se mantiene firme : que los miembros de su familia puedan vivir como personas normales y no sufran en exceso la trituradora que supone la cercanía a Buckingham.