Con un traje de baño blanco y su conocido físico escultural, Cristiano Ronaldo (37) descansó en Ibiza antes de reincorporarse a su club, el Manchester United. Lo hizo junto a su gran amor, Georgina Rodríguez (28), sus cinco hijos (Bella Esmeralda, Cris Jr., Eva, Mateo y Alana Martina) y un grupo de amigos.
A bordo de un majestuoso yate blanco ubicado en aguas del mediterráneo, la bikini verde elegida por la modelo con raíces argentinas se destacaba y acentuaba sus sensuales curvas. Desde que la pareja se conoció en 2016, en una tienda de “Gucci” donde ella trabajaba como vendedora, su amor se hizo cada vez más sólido. En Ibiza, el futbolista dio un paseo en Jet Ski y se sumergió en las transparentes aguas, mientras que la influencer se refrescó en el océano cuando sentía que el sol era muy fuerte.
Distendidos, con sus hijos al cuidado momentáneo de una niñera, Cristiano y Georgina se mostraron sonrientes tras una etapa tormentosa en la que perdieron un bebé. Poco a poco se van fortaleciendo para asumir sus compromisos laborales y seguir adelante. El amor, sumado al lujo y a un entorno paradisíaco, actúan como medicinas sanadoras.






Una experta en realeza advierte sobre el futuro de la princesa Amalia; la hija de Máxima Zorreguieta: "Tiene otras prioridades"

La reina Letizia y el rey Felipe explican los números rojos de la Casa Real

Cómo es la relación entre Cristián de Hannover y su medio hermana Alexandra de Hannover

El secreto detrás de la batalla campal que hubo en la graduación de la infanta Sofía

Sexo, poder y coimas: la doble moral del progresismo español

La evolución de la fotografía: de la técnica a la narrativa en la moda

Lejos de la música, las otras profesiones de Natalia, la hermana de Soledad Pastorutti
